Mientras se toma su último fin de semana largo de descanso como jefe de Estado en Córdoba, el presidente Mauricio Macri comenzó ayer a alentar la convocatoria para su marcha de despedida del Gobierno nacional el 7 de diciembre a las 17 en la Plaza de Mayo.
El mandatario compartió un video en las redes sociales que elaboró su equipo de comunicación en el que se pueden ver imágenes de la primera convocatoria espontánea del 24 de agosto frente a Casa Rosada y luego extractos de las marchas del “Sí se puede”. En ese momento, Macri había salido a saludar y agradecer el respaldo desde el balcón de Balcarce 50. “Gracias por darme esta oportunidad de agradecerles tanto apoyo. Decidimos cambiar porque podemos ser mejores y no podemos abandonar, tenemos que seguir juntos ahora más que nunca”, había dicho el Presidente en aquel entonces.
Con todo, en redes sociales el 7D se viralizó rápidamente. Y promete una movilización masiva, con un tono épico similar al que cruzó la campaña presidencial entre las elecciones PASO y las generales. Los principales funcionarios del Gobierno también comenzaron a alentar la convocatoria, tanto en Twitter e Instagram como por WhatsApp a través de un mensaje que habla de “defender la República”.
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En 2015, ya Cristina Kirchner había organizado su plaza de la despedida el 9 de diciembre. Al otro día no entregó el bastón de mando y, ese día a la medianoche, un grupo especial de asesores macristas ingresó a la Casa Rosada de manera secreta para ver qué encontraban tras 12 años de kirchnerismo.
De todas formas, en el macrismo esperan con expectativa la convoctoria. Será, además, una muestra de poder para intentar consolidar la unidad de la futura oposición de Juntos por el Cambio.
Paralelamente, el Presidente llegó ayer a Mendiolaza, junto a su mujer, Juliana Awada, y a su hija más pequeña, Antonia. Además, lo acompañaron otros cuatro matrimonios, entre ellos el de uno de sus mejores amigos y jefe de asesores, el abogado José Torello. Los esperaba el empresario y titular de la Bolsa de Comercio local, Manuel Tagle, quien los hospedó en el lujoso hotel familiar en Villa Allende.
A ellos se sumaron Eduardo el “Gato” Romero, el ex golfista que se acercó a la política de la mano del macrismo, y el intendente local, Daniel Salibi, quien se dio el gusto de subir fotos del encuentro a sus redes sociales.
Disfrutaron del golf en un campo de 18 hoyos recientemente inaugurado y Macri jugó en pareja con Tagle. Difícil creer que el Gato Romero perdió ese partido, que se extendió durante más de una hora y media. Al mediodía comieron unos sandwichitos y luego pasearon por Mendiolaza. Allí hubo pedidos de selfies y saludos de cordobeses que se sorprendieron al ver al Presidente. Hoy tenían previsto seguir recorriendo. Acaso Córdoba ha sido, para la carrera política de Macri, la provincia que –junto a la Capital Federal– más alegrías le regaló: en octubre superó el 60%, casi diez puntos más que en la Ciudad. Pero ya en 2015 fue clave para que Daniel Scioli perdiera el ballottage con el líder del PRO.
