Miguel Pichetto insistirá en avanzar en la citación al camarista federal Alejandro Slokar, por una acusación que hizo la diputada Elisa Carrió hace tres años y que corre peligro de caer en el archivo si no es tratada antes de agosto.
Carrió denunció que Slokar, al demorar una resolución, obstaculizó el avance de una causa contra José López, el exsecretario de Obras Públicas, más conocido por los bolsos de los nueve millones de dólares que por su gestión.
Entonces, la diputada le pidió al organismo que controla a los jueces federales (el Consejo de la Magistratura) que investigue si el camarista incurrió en mal desempeño o en una falta disciplinaria.
Este martes, un intento por reflotar esa acusación y citar a Slokar no obtuvo quórum. El senador Pichetto, que ahora es parte del elenco oficialista, ni siquiera estuvo. Algunos creen que porque sabía que no estaban los votos.
Pero en el primer piso de Comodoro Py, donde tienen despacho los camaristas de Casación, dicen que la intención de citar a Slokar le servirá a Elisa Carrió -que lo denunció- para obligar al camarista a que se corra en dos expedientes clave: la declaración de rebeldía del fiscal Carlos Stornelli y la competencia del juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, en el caso D’Alessio.
Ese caso no solo inquieta a los jueces de otros pisos en tribunales. También a algunos miembros del oficialismo, que creen que pueden quedar involucrados en la acusación de Padilla sobre una red de espionaje ilegal que usaba esa información para extorsionar y direccionar causas judiciales.
Slokar es quien lidera la sala de la Cámara de Casación que tiene que resolver esos dos temas pendientes que son decisivos para el futuro de esa investigación. Stornelli fue declarado en rebeldía al ser citado cinco veces a indagatoria por Ramos Padilla -decisión ratificada por la Cámara de Mar del Plata-. Casación tiene que definir si efectivamente el fiscal, que dice que Padilla es parcial, está o no al margen de la ley al negarse a declarar en esa causa.
Macri eligió a un juez con menor puntaje que Ramos Padilla para un juzgado electoral
Por otro lado, la misma sala de Casación tiene que dictaminar si Ramos Padilla tiene que seguir al frente de la investigación de la red de espionaje o la causa debe ir a Comodoro Py, como solicitó la defensa de Stornelli.
La citación a Slokar, en sí, no parece próxima a concretarse. Por ahora, los representantes de los jueces, los académicos y los abogados se niegan a acompañarla. La incógnita es Graciela Camaño, que estaba bajo el ala de Sergio Massa, pero ahora milita para Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey.
A favor de la citación votarían Pichetto, Pablo Tonelli (instruye la acusación), el representante del Gobierno, Juan Bautista Mahiques y Brizuela y Doria. Con todos presentes, el oficialismo necesita cinco votos de nueve. O que uno de los que no está a favor se ausente. No es imposible, pero por ahora ese escenario no es visible.
De concretarse, el dictamen de la acusación no promueve un juicio político sino un apercibimiento. Considera, en definitiva, que la falta de Slokar es “disciplinaria”. El juez, cuando le tocó defenderse, dijo que Casación tiene que resolver cosas urgentes y prioritarias, y que ese recurso en ese momento no lo era.
MC