El mercado de trabajo se ha movido en la dirección menos deseada, ha aumentado la tasa de desempleo y la de participación. Una situación en la cual hay cada vez más gente buscando un trabajo y no logran conseguirlo.
El mercado se agranda pero opera en desequilibrio, con un exceso de personas dispuestas a ocupar vacantes que las empresas no demandan. Tradicionalmente el empleo y la actividad se mueven en la misma dirección y esta vez no fue la excepción. La caída del 0.3% de la actividad respecto al trimestre anterior se conjuga con un aumento de la tasa de D de 10.5%, 0.5 p.p. más alto que el año anterior. El nivel más alto en los últimos 12 años (aunque en el medio hubo un período oscuro de las estadísticas públicas).
La menor actividad explica en parte el fenómeno del desempleo en aumento debido al efecto trabajador adicional, es decir, a mayor desempleo más personas de una misma familia salen a buscar trabajo. El efecto de la aceleración de la inflación opera en el mismo sentido, erosiona el salario de una familia y pasa de tener un trabajador inactivo a uno activo.
La letra chica del Indec sobre el desempleo: "La desocupación se prolonga cada vez más"
El otro problema de la actividad se da en el lado de la demanda de trabajo que realizan las empresas. En un contexto de completa incertidumbre como el que acaecía en el segundo trimestre es esperable que ni proyectos de inversión ni decisiones de contratar más personal sea lo adecuado.
Las perspectivas hacia delante indican que el desempleo seguirá en aumento debido a que se profundizó el efecto de la actividad a la baja y la inflación al alza durante el tercer trimestre. Estos datos podrían ser realmente desalentadores para Cambiemos.
Creemos que de hecho existirá un efecto de atesoramiento de trabajo (labor hoarding), es decir, recursos que las empresas no despiden debido a que existen costos de expulsar y recontratar que pueden ser muy elevados. Esto atenúa el aumento del desempleo pero también genera que el empleo sea menos elástico cuando la actividad invierte el signo y va al alza.
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Por lo tanto, esperamos que 2019 y 2020 sean años donde el desempleo siga mostrando un registro de dos dígitos. La incertidumbre post paso es hasta mayor que pre paso, Alberto Fernández empezó a tender puentes con todo tipo de economistas, el resultado del modelo a aplicar es completamente desconocido. Esto hace que la demanda de inversión caiga.
El mercado de trabajo ajustó en forma preocupante vía menores salarios, los cuales en el trimestre cayeron 9% interanual si uno mira los datos a junio. Por lo tanto, a pesar de esa caída del salario real es que el empleo no logra mejorar.
Dos años consecutivos con desempleo en niveles elevados podría dejar al país con efectos permanentes debido al deterioro en las capacidades de las personas que quedan marginadas del mercado de trabajo por un período prolongado. La consecuencia es la dificultad para readecuar la tecnología a un capital humano que se fue deteriorando en el tiempo.
PM CP
