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Vladimir Putin y Kim Jong-un reavivan "vínculos históricos" en su cumbre en Vladivostok

En su primer encuentro con el líder norcoreano, el presidente ruso manifestó la esperanza de que el encuentro contribuya a resolver en clave positiva el problema nuclear en la península de Corea.

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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, iniciaron su primera cumbre en la isla Russki, cerca de Vladivostok. | AFP

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, iniciaron su primera cumbre en la isla Russki, cerca de Vladivostok, en el Extremo Oriente ruso. Putin dio la bienvenida a su huésped en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente (DVFU), a la entrada del edificio donde se va a desarrollar el encuentro al máximo nivel. "Gracias por haber venido", dijo el mandatario ruso tras un apretón de manos a Kim.

​​El presidente ruso manifestó la esperanza de que el encuentro contribuya a resolver en clave positiva el problema nuclear en la península de Corea. "Estoy seguro de que su visita a Rusia ayudará al desarrollo de las relaciones bilaterales y nos permitirá entender mejor cuáles son las vías para normalizar la situación en la península de Corea, qué es lo que podemos hacer conjuntamente y qué es lo que Rusia podría hacer en apoyo a los procesos positivos que tienen lugar hoy", dijo según la agencia rusa Sputnik.

Las relaciones entre Pyongyang y Moscú se remontan a la época soviética. La URSS colocó al abuelo de Kim Jong Un y fundador de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Il Sung, en el poder y le aportó un apoyo crucial durante la Guerra Fría.

Putin también valoró las gestiones que Pyongyang había realizado en los meses recientes para lograr la distensión en Corea. "Desde luego, saludamos sus esfuerzos para impulsar el diálogo intercoreano y normalizar la relación entre Corea del Norte y Estados Unidos", apuntó. Dijo que Rusia desea "apoyar las tendencias positivas" en la península de Corea , escenario de una espectacular distensión desde inicios de 2018, y reforzar las relaciones económicas con Pyongyang.

"Estoy seguro de que su visita hoy a Rusia nos ayudará a comprender mejor de qué manera podemos resolver la situación en la península coreana y lo que Rusia puede hacer para apoyar las tendencias positivas que tienen lugar actualmente", declaró Putin. "En el plano bilateral, tenemos mucho que hacer para desarrollar nuestras relaciones económicas", añadió.

​Por su parte, Kim Jong-un agradeció a Putin la invitación y se mostró confiado en que las conversaciones serán sustanciales y permitirán a las partes intercambiar opiniones sobre la situación en Corea. "Me gustaría agradecerle, apreciado señor presidente, por invitarme y encontrar tiempo para mi visita a pesar de estar extremadamente ocupado, así como por viajar miles de kilómetros para venir desde Moscú y reunirse aquí conmigo", declaró.

Kim también expresó la esperanza de que el encuentro ayudará a fortalecer las relaciones tradicionalmente amistosas y profundas entre Corea del Norte y Rusia. "Creo que este encuentro será muy útil para desarrollar los vínculos históricos entre los dos países, que tienen una amistad de largo recorrido, y convertirlos en una relación más estable y más sólida", declaró Kim al inicio de su reunión, al tiempo que dijo esperar un "diálogo significativo" respecto a la situación en la península de Corea.

No se prevé que haya un comunicado ni se firmen acuerdos en la cumbre, la primera a este nivel entre los dos países desde el encuentro en 2011 entre Kim Jong Il y el expresidente y actual primer ministro Dmitri Medvedev. El padre del actual líder norcoreano afirmó en aquella ocasión que estaba dispuesto a renunciar a los ensayos nucleares. Pero Kim Jong-un presidió cuatro ensayos nucleares y el lanzamiento de misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio continental estadounidense.

Después de años de aumento de la tensión debido a los programas nuclear y balístico de Pyongyang, Kim se reunió en cuatro ocasiones desde marzo de 2018 con el presidente chino, Xi Jinping, tres con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y dos con Trump. En Hanoi, Corea del Norte intentó conseguir una reducción de las sanciones internacionales aplicadas para obligarla a renunciar a sus armas atómicas. Pero las discusiones terminaron antes de lo previsto debido a los profundos desacuerdos con Washington, sobre todo por las concesiones que Pyongyang estaba dispuesta a hacer.

Moscú defiende un diálogo con Pyongyang sobre la base de una hoja de ruta definida por China y Rusia, país que ya solicitó la retirada de las sanciones internacionales, en tanto que Estados Unidos la acusó de ayudar a Corea del Norte a sortearlas. "Algunos países occidentales reivindican un liderazgo mundial, se burlan sin vergüenza de las normas y principios del derecho internacional, practican el chantaje, las sanciones y las presiones e intentan imponer sus valores e ideales a países y poblaciones enteras", criticó Vladimir Putin en una entrevista al Diario del Pueblo.

Vladivostok, ventana de Rusia a Extremo Oriente y sede de la cumbre de Kim y Putin

D.S.