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opinión

La estrategia del Indo-Pacífico y América Latina

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| Cedoc

El jueves pasado el Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo dio un duro discurso (paradójicamente en la Biblioteca Richard Nixon, el presidente que dio impulso al restablecimiento de las relaciones con China) en el que acentuó el enfrentamiento con China, como una amenaza existencial para la economía, la libertad y la democracia en el mundo, y convocó a otros países a apoyar el esfuerzo de enfrentar la amenaza de Beijing. 

En la misma fecha, se desarrolló una video-conferencia de alto nivel del Foro China-Celac, bajo la presidencia de México y China, en la cual el Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi ofreció un préstamo de mil millones de dólares a América Latina para la compra de vacunas chinas para enfrentar la pandemia del Covid-19. Junto a México asistieron al Foro 12 países de la región que escucharon el llamado de Wang a estrechar el diálogo con China no sólo por parte de la Celac, sino también de Mercosur y de la Alianza del Pacífico, con la intención de coordinar posturas a favor del multilateralismo y de la apertura económica.

Obviamente, en este marco, América Latina y el Caribe quedan en el medio de un enfrentamiento que sin embargo tienen visos de desarrollarse, en sus aspectos más conflictivos, en otro teatro de operaciones: el Indo-Pacífico. 

Junto al desplazamiento progresivo de la dinámica geoeconómica desde el Atlántico hacia el Asia-Pacífico, se produce un desplazamiento de los focos de mayor conflictividad global al área del Indo-Pacífico dando pie a una nueva estrategia y a una nueva narrativa en torno a un espacio configurado por dos océanos que confluyen en los estrechos de Malaca y Sunda, -vías cruciales para el comercio marítimo y para la circulación de un estimado del 70% de los productos petrolíferos a nivel mundial- y que abarca las costas del continente americano.

Si bien el concepto del Indo-Pacífico fue acuñado por el Comando del Pacífico de los Estados Unidos en la década del setenta cuando asomó, en medio de la Guerra Fría, la amenaza creciente de una presencia soviética en la región, actualmente ha cobrado particular fuerza con la administración Trump en función de una contención de la expansión china en el área. 

Resucitado como concepto por Japón en 2007, la narrativa actual del Indo-Pacífico se basa en la preservación de un espacio “libre, abierto y democrático” que promueve, a través de acuerdos de seguridad conjunto el llamado “Quad”, Estados Unidos, Japón, Australia y la India, con el propósito de limitar la influencia de Beijing en el Asia-Pacífico. 

En este contexto, India, que sostiene conflictos de larga data, pero a la vez una estrecha relación económica con Beijing,  se convierte en una pieza central de la estrategia del Indo-Pacífico, en el marco de una ambigua posición en Eurasia en donde recientemente ha estrechado sus históricos vínculos con Rusia y con la Unión Económica Euroasiática y participa con China en el grupo de RIC y la Organización de Cooperación de Shanghai. 

El llamado de Pompeo a sumar aliados a la contención de China pone en el tapete, en el marco de la estrategia del Indo-Pacífico, las posiciones que puedan asumir tanto los miembros de la Alianza del Pacífico, orientados a desarrollar un creciente comercio con China, como a otros países miembros de la Celac y, particularmente y pese a su menor relevancia estratégica, abre interrogantes sobre el grado de pragmatismo con que jugarán sus cartas los países latinoamericanos en la disputa entre las dos potencias. 

*Presidente de Cries.