Aunque no muy conocida, después de la artrosis, la fibromialgia es la segunda enfermedad reumática más frecuente. Los pacientes se presentan agotados y con dolor generalizados en los músculos que repercute en las articulaciones, imitando a la artritis, y sufren, además, de cansancio y grandes fluctuaciones en el estado de ánimo.
“La fibromialgia, es llamada la enfermedad de la incomprensión, ya que no tiene manifestaciones visibles, solo dolor de tipo crónico, generalizado para el que no existe una prueba específica de diagnóstico concluyente”, aclara el Dr.Germán, con un posgrado en naturismo de la Asociación Argentina de Médicos Naturistas.
Suele ser tener un diagnóstico difícil, ya que quienes rodean al paciente tardan en comprender lo que padece el enfermo. “En general, se la suele diagnosticar por descarte de otras entidades reumáticas como, por ejemplo, la artritis y la artrosis. Incluso, muchas veces la he visto asociada al hipotiroidismo en mis pacientes”, explica el doctor.
De síntomas ambiguos, para el diagnóstico se suelen buscar ciertos puntos en el cuerpo que, en el transcurso de la enfermedad, suelen ser dolorosos. “Son 18 puntos en total, pero con 11 positivos al dolor se confirma esta enfermedad, que se da de manera más frecuente en mujeres de edad adulta”.
Las personas que sufren de fibromialgia suelen afectarse, en primer lugar, en la parte superior del cuerpo. Los dolores luego se extienden hacia abajo, a las extremidades y se produce un cansancio crónico. Por lo que, el estado anímico es muy importante, así como la forma de vivir la enfermedad.
“El retraso diagnóstico es muy frecuente, por lo que es habitual que los pacientes pasen meses o años de pruebas, en lugar de comenzar precozmente lo más sencillo, fácil y económico: cambiar la alimentación. Según mi criterio particular, aconsejo la dieta antiinflamatoria ya que utilizo una medicación natural con muy buenos resultados. No obstante, cada paciente es único y vive el dolor a su manera, por lo que hay que evaluar en la consulta el tratamiento a seguir”, asegura el profesional.
Por lo tanto, he aquí la gran discusión: a pesar de las similitudes entre los trastornos reumáticos específicos y la fibromialgia, una diferencia clave es que los primeros son aceptados de forma rutinaria como una condición médica legítima, mientras que la fibromialgia, a veces, se desestima y se la rótula como psicosomática.
Por último, Jaime cuenta las recomendaciones que le da a sus pacientes. “Basado en mi experiencia y los muy buenos resultados que he obtenido, es fundamental cambiar la alimentación. La medicina natural es una medicina suave y necesita tiempo. Pero una vez hecho el cambio, el pronóstico es otro”.
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