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ARANGUREN ASESOR Y ALBERTO DESBORDADO

Energy Contratum

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Una forma de verlo es que, como tantos otros en estos años, pasó de empleado en relación de dependencia a monotributista. El tema es que el ex ministro de Energía, Juan José Aranguren le vende el newsletter de su flamante consultora Energy Consilium a la petrolera estatal YPF, con la que coordinaba políticas oficiales hasta hace poco más de un año cuando estaba en la función pública. El contrato de casi US$ 7 mil al año, es cierto, son monedas para una compañía de este tamaño, pero ¿corresponde contratar los servicios de un ex funcionario del área?

Todo el mundo tiene derecho a seguir laburando, y a sacarle provecho a su trayectoria profesional. Aranguren mismo bancó al máximo esa máxima cuando siendo ministro defendió tener la guita afuera hasta recuperar la confianza en el país que él mismo gobernaba. Por lo tanto, ahora también lo asiste el derecho a construir su rebusque, en un esfuerzo que comparte con buena parte de sus ex colaboradores en la gestión, como Hugo Balboa (ex Enarsa), Marcos Porteau (ex Subsecretario de Recursos Hidrocarburíferos) o David Tezanos (ex interventor del Enargas) que figura como consultor independiente asociado. Están en la pelea desde febrero, cuando mandaron a los capos de todas las petroleras que operan en el país un primer Informe de Coyuntura Energética con la leyenda “confidencial, no distribuir”. Incluía en su página 18 una foto-chapeo: la del propio Aranguren como ministro de Energía en una de las reuniones del área del Grupo de los 20.

La consultora tiene altos estándares éticos, dice su página web, donde se publica un “código de conducta” con pautas estrictas para evitar “conflictos de intereses” (sic) y donde se insta a sus miembros a rechazar “obsequios”. No se toma con ese rótulo el contrato de YPF, que considera necesario contratar la consultoría de ex funcionarios que el propio Gobierno echó. Genios del mundo.

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De Smata a Starbucks

Son macanas que el oficialismo debería evitar en una campaña cerrada en la que el que se equivoca pierde. Como también debería saberlo el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, que en 48 horas eligió pelearse con los periodistas Mercedes Ninci en Comodoro Py, Héctor Emmanuele en Córdoba y Jonatan Viale en radio La Red. Insólito. Justo ahora que  Mayra Mendoza va a La Nación Más y La Cámpora parece Endeavor, se trula el moderado que volvió como norma ISO de la renovación del kirchnerismo.

“Estamos ganando la elección, pero si es cierto que el Gobierno está repuntando, nosotros no tenemos que cometer errores no forzados”, se sincera un hombre del entorno del ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. “Está desbordado”, revela otro que ha pasado por las oficinas de la calle México y se sorprendió porque atienden gente en los pasillos, a las apuradas, “porque el tipo no delega, se pone a discutir por whatsapp con todo el mundo”.

Si bien Fernández ha soltado ante banqueros que su as de espadas en la economía es Guillermo Nielsen, en otros foros remarca que hará un equipo “abierto” y con Viale se definió como “un pragmático” con cinco prioridades poco dedos en V: superávit fiscal, superávit comercial, reservas, tipo de cambio competitivo y desendeudamiento. En el mercado entrevén un rol para el ex jefe del BCRA, Mario Blejer. Sería una jugada con un plus: trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) con David Lipton. Otros imaginan una negociación que arranque con dureza incluso desde las formas. Imaginan incorporar a tipos como Martín Guzmán a las reuniones en Washington. Es el economista argentino que suele trabajar con Joseph Stiglitz, el Nobel de Economía, conocido por sus críticas al organismo multilateral, desde su libro El malestar en la globalización.

Como sea, Alberto deberá ser claro en la línea que baje en la economía si le toca gobernar porque, salvo que Cristina Kirchner se esté retirando y Axel Kicillof gane la Provincia y se aboque a ella (más de un albertista se cambiaría el domicilio con tal de votarlo para asegurarle el triunfo), habrá tensiones. Una muestra: las recientes críticas de Horacio Verbitsky en público a Emmanuel Alvarez Agis luego de que el ex viceministro describiera ciertos casos en los que los programas del FMI hicieron crecer la economía.