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El mismo Macri

Macri 11092018
Mauricio Macri | NA

La política se encuentra hoy sobreexigida en el análisis con la idea del cambio. Si bien el concepto mismo de cambio es, y ha sido, enormemente útil para el desarrollo de las ciencias sociales, el exceso de mirada en el presente pierde de vista aspectos recurrentes que expresan más continuidad que supuestas novedades, y por lo tanto la explicación contemporánea se desplaza del conocimiento anterior, no tanto por la modificación de la reproducción social, sino por desconocimiento de los mismos analistas de las teorías que justificaron anteriormente su disciplina. Por más que se obtengan respuestas a toda velocidad por internet, se consulten las redes sociales o se hable por mensaje a través del teléfono celular, la sociedad sigue existiendo bajo lógicas similares de reproducción.

La pregunta por las continuidades es necesaria, en particular en política. Existe algún tratamiento en esa dirección en el modo en que la oposición acusa al gobierno de Macri, en tanto sus medidas económicas serían espejo de otras anteriores, con resultados conocidos hacia una línea de meta en estilo de catástrofe. Se conocería a los actores al detalle, con el FMI, la gente del campo y los grupos concentrados, que en lugar de expresar una nueva sociedad dinámica estarían generando una repetición exacta de tantos otros intentos. Sin embargo, esos mismos actores en campaña buscarían modernizar sus herramientas de análisis para la estrategia, basados en el concepto de un público receptor mucho más diverso y abierto. En estas condiciones no termina de quedar claro qué modalidad de sociedad enfrentan, si una capaz de repetirse u otra modificable.

El arte trata el cambio de manera mucho más natural. Quien introduce modificaciones y alternativas es destacado como alguien a quien admirar, y la evolución social es muchas veces expresada como el resultado de procesos de radicalización en la producción artística. La ciencia es otro ámbito en el que la novedad, bajo el concepto de “verdad”, produce siempre pasos de fractura en el conocimiento que dejan una marca para el próximo investigador. Pero en la política, el cambio es de dudoso proseguir.

Se dilató Macri casi tres años, hasta que no aguantó más y dijo que Aerolíneas Argentinas salía mucho dinero, lo que pensó desde siempre, pero solo en la ficción de campaña (muy propia de la política) simuló como diferente, como un cambio que vemos hoy; nunca existió.

El permiso otorgado de Macri al tratamiento de la legalización del aborto es un atractivo ejemplo del modo en que no se está preparado en política para modificaciones sustanciales. Su incorporación a un sistema político poco dado a la novedad mostró además la poca flexibilidad que la sociedad tiene ante temas verdaderamente alternativos. El tiempo ya heroico que lleva todavía el colectivo LGBT por lograr aceptación en un orden social que las y los trata como ajenos y extraños expresa la verdadera medida de lo difícil que es hacer de la sociedad un cuerpo flexible y abierto. Cuanto más nos acerquemos a los tiempos de elecciones, tendremos mucho de estrategia en redes, al mismo tiempo que cuidado en ser exagerado en los cambios, pero ese uso de la tecnología no nos hace diversos, solo nos hace más tecnológicos.

Todo Cambiemos conoce perfectamente los espacios en que puede circular por su electorado. Conoce zonas, barrios, temas, provincias donde crecer y otras donde acortar distancias. Al contrario de la idea de ciudadanos y ciudadanas sueltos a sus propios juicios, capaces de ser renovados cada mañana, los y las protagonistas de las futuras elecciones deberán ajustarse a lo que los límites culturales de sus votantes permitan. Mejor momento para quejarse por Aerolíneas Argentinas no hubo hasta ahora; el tiempo de hoy se va convirtiendo en ideal.

Existe un mérito probablemente notable en Macri, que podrá aprovechar si la economía no regresa a su condición de caos. Una parte importante de su trabajo ha sido eliminar la simulación de lo que no es y permitirse ser directo. En estos años, más que producir un cambio, va regresando de a poco, y sin detenerse, a su esencia. Macri va a las elecciones del próximo año más como estructura que como cambio. Y por eso mismo es posible que le vaya bien.

*Sociólogo.