COLUMNISTAS
PRO, UCR, PJ Y EL RESTO

Después de octubre

La configuración de fuerzas políticas tendrá una bisagra. Sobrevivientes e incertidumbre partidaria.

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Busco mi destino, María Eugenia Vidal. | Pablo Temes

En estas PASO la ciudadanía tocó el botón antipánico y el mensaje fue contundente: no más de esto. Muchos analistas reivindican la famosa frase de Clinton "It’s the economy, stupid", claro, pero el asunto es más complejo y profundo, es a partir de la economía personal como se resignifica una asignación de valores dada en una sociedad, en palabras del politólogo canadiense David Easton en su libro Esquema para el análisis político. Todos los sentidos blandos, emocionales, son afectados, y transformados a partir de una variable dura.

La economía tensa los discursos proselitistas, ubica a los jugadores en sus posiciones, y también aparece como un eje de discordia hacia el interior del oficialismo. Esto fue lo que pasó esta semana en una reunión previamente acordada entre la gobernadora, María Eugenia Vidal, y el presidente, Mauricio Macri, en la Casa Rosada, la cual no estuvo exenta de tensión y reclamos.

La gobernadora Vidal esperaba un paquete de ayuda social que pudiera descomprimir en alguna medida el escenario de cara a las elecciones de octubre, dado el contexto de crisis imperante. Pero este reclamo de fondos para la Provincia fue desestimado por el momento, como tampoco fue considerado el pedido del desembolso del Fondo del Conurbano que le corresponde a la Provincia; sin dudas un encuentro atravesado por presiones bidireccionales.

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Barajar. A esta altura, para el Presidente bien podría ser una continuación de la película Una serie de eventos desafortunados, en tiempo real. Sumergidos en este contexto, se ensayan respuestas y se hipotetizan fotos de octubre, sin embargo, aquello que nos genera incertidumbre es qué pasará después (o no tan después) en la reconfiguración política y partidaria cuando se inaugure un nuevo ciclo.

El PRO como espacio político venía invicto desde su creación en la Ciudad de Buenos Aires, y era muy competitivo electoralmente en ese territorio, hasta que en 2015 tuvo su debut provincial (Buenos Aires) y nacional. La historia argentina, en lo referente a su sistema de partidos, ha sido considerada por muchos autores como bipartidista hasta el gobierno de la Alianza, pero a partir de allí, luego de una atomización de partidos, comienzan a aparecer diferentes espacios políticos muy vinculados a la figura de su líder.

Esta característica, propia de los presidencialismos, tiene una gran desventaja, ya que al caer el líder en desgracia también lo hace el espacio, y es muy difícil la subsistencia en el tiempo. Ejemplos hay de sobra, ¿qué sería de la Coalición Cívica sin Carrió? ¿O del Frente Renovador sin Sergio Massa? Los nombramos a ellos porque son contemporáneos, muchos otros han quedado en el camino (Cavallo, López Murphy, De Narváez). Ahora bien, el caso del PRO es emblemático: con la imagen negativa de su conductor, Mauricio Macri, ¿será un espacio que renovará liderazgos para quedarse?

Es una incógnita el futuro de Cambiemos, no solo por el reacomodamiento interno del PRO, sino por las tensiones con sus socios, especialmente la UCR. Y en este punto no hay únicas posturas. A viva voce se han escuchado quejas por el tratamiento, los espacios, las decisiones y los lugares en las listas; un gran sector afirma que se siente “destratado”. Sin embargo, en el horizonte cercano tampoco pareciera que hay lugar hacia dónde ir, y en épocas de vacas flacas, sin duda, la estrategia es la “subsistencia” y el objetivo, mantener la estructura. Habrá que ver hasta dónde llegan las tensiones, y si luego de una derrota electoral (como hipótesis) logran equilibrar las asimetrías de poder internas para consolidarse en el tiempo.

Esta presión, por estas horas, le llega a María Eugenia Vidal ante el panorama adverso de cara a octubre. La Gobernadora se encuentra en la disyuntiva de estrategias, que oscilan entre la más extrema de dar vía libre a los intendentes para que compitan con la boleta corta en los municipios (supervivencia extrema), en segundo lugar, fortalecer el espacio a nivel provincial (es decir un “vidalismo”) en una nueva etapa sin el Presidente, y tercero, seguir alineada incondicionalmente como hasta ahora con la Casa Rosada, recorriendo la Provincia con Macri, a pesar del costo electoral medido en el impacto por su mala imagen.

Los primeros movimientos, más allá de algunos cuestionamientos internos como los de Monzó a Marcos Peña, también impactarán en el armado y la continuidad de los bloques legislativos, aquellos espacios de poder simbólico que espejan las voluntades partidarias entre oficialismo y oposición. La Legislatura es aquel espacio donde se configuran las relaciones de poder, ergo la resignificación política a partir de la voluntad popular impactará en estos armados colmados de “rosca” con el consecuente armado de bloques panoficialistas que acompañen al nuevo gobierno en las votaciones estratégicas, como aquellas que necesitan los dos tercios.

Reacomodamientos. Por otros lares, la supervivencia del peronismo está fuera de cuestionamiento; más allá de que el futuro es un gran interrogante, quizás las cuestiones internas pasen más por resignificaciones de identidades y estilos y las tensiones que ello conlleve, a partir de una mayoría hegemónica que probablemente también desborde.

Lo que sí parece afirmarse es la contradicción de que mientras se observa que la política argentina es binaria, no funciona el bipartidismo. Los intentos eleccionarios de posicionar terceras fuerzas parecen más fértiles en sistemas parlamentarios donde hay más trayectoria de consensos de gobierno que en presidencialismos con liderazgos hiperpersonalistas.

Por lo pronto, habrá que esperar los resultados, y asistir a los movimientos que se impondrán, como todo reacomodamiento de fuerzas, dejando los interrogantes planteados: si la marca Cambiemos subistirá, si el radicalismo seguirá siendo su socio, y por el lado del Frente de Todos, también la incertidumbre de su ordenamiento basado en alianzas estratégicas. Así están los actores, al menos hasta octubre.

*Politóloga. Consultora en Comunicación Política (@barbaritelp @Asacop).