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¿Cómo estamos las mujeres en 2021? ¿Mejor o peor?

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Brecha digital. No hay las mismas oportunidades para el trabajo remoto de las mujeres. | AFP

Esta es una pregunta que se reitera por parte de comunicadores y otras personas cuando empezamos a hablar de igualdad de género y temas similares. La pregunta es lógica, pero encierra tantos matices que es difícil contestarla en forma simple y breve. En primer lugar, ¿por qué tenemos que aclarar en relación a cuándo nos referimos?, en general es a años o decenios anteriores. La respuesta es sí, pero… Y aquí reside la complejidad. Tenemos que reconocer que existen muchas más leyes que ampliaron derechos de las mujeres hacia la igualdad, pero también que las leyes no alcanzan para cambiar la realidad. Somos campeones en sancionar leyes excelentes y no es casual que ocurra porque tenemos mujeres en la Cámara de Diputados y en el Senado, que fueron y son gestoras de muchas de estas leyes. Pero no tenemos en los ejecutivos nacional ni provinciales tantas mujeres, esto influye en parte en las dificultades en implementar las leyes. Ese es nuestro punto débil.

Mucha de la legislación y en especial la que se refiere a la igualdad de género se implementa parcial y lentamente, con muchos impedimentos y objeciones. Actúan las restricciones, las interpretaciones. las opiniones en contrario que se traducen en el atraso de su puesta en marcha. Se agregan las denuncias legales, los amparos y búsqueda de freno por la vía judicial. En áreas como la salud y la educación se registran problemas porque su implementación depende de las autoridades provinciales y es frecuente que haya provincias en las cuales hay leyes que no se aplican porque no concuerdan con los criterios e intereses. Es la otra cara del federalismo. El Ministerio de Mujeres ayuda, pero no alcanza.

Otro interrogante es a qué aspectos se refiere la pregunta. Esto amplía y complejiza la respuesta porque en todos los sectores no es igual. Así como en la legislación familiar se produjeron cambios significativos de la mano de las leyes, no pasó en otros como salud, educación, trabajo y empoderamiento económico. En este sentido, la nota del domingo en 50/50 de Valli sobre el acceso limitado a la tecnología se refiere a un estudio realizado sobre cómo la pandemia afectó la vida digital de las mujeres. La encuesta demuestra que más de la mitad tiene acceso limitado a la tecnología, que carecen de habilidades y de infraestructura. Cuando se investigan los motivos, los costos son el principal factor, sumado a los que hay para aprender a manejarla. La mayoría debe compartir los equipos y esto limita. El aislamiento social fue en el 80% de las encuestadas el estímulo para capacitarse en tecnología. Las mujeres tuvieron poco acceso al equipamiento por parte de los empleadores para trabajar desde sus casas y mucho menos a la conectividad. Esta brecha implica las dificultades para insertarse en trabajos de mejores ingresos en ámbitos de mayor productividad, donde el manejo digital es clave.

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Algo muy positivo: en Política el domingo Daniela Mozetic entrevistó a dos diputadas por la ley de IVE. Ella se refirieron a temas económicos y políticos como la gobernabilidad. Es muy importante que se entreviste a mujeres diputadas o senadoras. Los entrevistados suelen ser varones y la voz de las mujeres queda invisibilizada. Debería ser una norma en los medios que establezca que las mujeres sean entrevistadas en igual proporción que los hombres y para hablar no de los temas tradicionales, sino sobre política, economía, gobernabilidad, etc. Sería una forma de demostrar que la ley de paridad está vigente, no solo para incorporarlas en las listas.

¿Y frente a la violencia de género? Si nos guiamos por la frecuencia de las denuncias y de los femicidios estamos peor. Sin embargo no podemos negar que además de leyes, incluso permiten que se llame por su nombre (femicidio), y de existir programas e intervenciones para su control, denuncia y castigo, todavía nos falta lograr el cambio cultural, que no se resuelve por ley. Requiere voluntad política para hacer campañas que nos permitan desnaturalizar la violencia contra mujeres y niñas, implementar la Educación Sexual Integral para acabar con los roles estereotipados y lograr el acompañamiento y apoyo a las mujeres que efectúan denuncias para protegerlas y evitar que las maten.

Pero ahora es ley la IVE ¡Un avance indiscutible!