CIENCIA
descubrimiento de la nasa

Tormentas solares acabaron con la atmósfera de Marte

La misión Maven reveló las claves del cambio climático que convirtió al planeta en un desierto. Pistas sobre el potencial para albergar vida.

Sonda. Marven fue lanzada el 18 de noviembre de 2013 desde Cabo Cañaveral. Entró en órbita marciana en septiembre de 2014.
| Cedoc Perfil

La NASA anunció por qué el planeta Marte pasó de tener “ríos y mares” similares a los de la Tierra a ser un planeta inhóspito con temperaturas inferiores a los 60 grados bajo cero: hubo una tormenta solar que destruyó buena parte de su atmósfera. Marte siempre fue reflejado como un desierto deshabitado, tal como aparece en la película Misión rescate, que protagonizó Matt Damon, o como suele verse en las diversas imágenes que difunde la NASA en sus misiones.
Sin embargo, no siempre lució de la misma manera. En el pasado, el clima era húmedo y cálido, y sobre su superficie era habitual encontrar agua y ríos. ¿Qué provocó ese cambio abrupto? En el afán de descubrir cuáles fueron las causas de los cambios en la atmósfera, la NASA lanzó en 2013 la misión Maven –cuyo nombre proviene de las siglas en inglés de Evolución de la Atmósfera y los Volátiles de Marte– y ahora, por primera vez, los científicos tienen los primeros indicios de qué pudo haber modificado de esa forma al planeta rojo.
La principal conclusión de los investigadores es que el viento solar barrió la atmósfera de Marte, desnudando al planeta y provocando el cambio climático que lo llevó de ser cálido y estar cubierto de agua líquida a ser el desierto frío que conocemos hoy. “Las mediciones de la alta atmósfera marciana muestran una tasa particularmente acelerada (diez veces más rápido que lo normal) de escape al espacio de partículas ionizadas durante una erupción solar la primavera pasada. Esto podría ser indicio del mecanismo por el cual Marte perdió gran parte de su atmósfera y se ha convertido en el gran desierto árido que es hoy día”, explicó Bruce Jakosky, de la Universidad de Colorado en Boulder y uno de los principales autores de cuatro trabajos que se publicaron en la revista Science.
El objetivo del científico de dicha universidad y de los más de 125 investigadores que forman parte de la misión de la NASA es averiguar qué gases y qué cantidad de éstos escapó hacia el espacio desde la atmósfera marciana, y cuándo ocurrió. “Esto nos dirá muchas cosas acerca de la historia de la atmósfera, y realmente puede también darnos pistas sobre el potencial de Marte para albergar vida, al menos en la superficie”, aclaró Jakosky.
Una de las principales conclusiones que han obtenido los autores es que han podido cuantificar la cantidad de gases que están escapando hacia el espacio exterior en la actualidad: unos cien gramos por segundo. “Pero no es constante, depende de las propiedades del Sol. Y en particular, se incrementa de forma dramática durante las tormentas solares”, dijo Jakosky.
En el pasado, cuando la radiación solar era más potente y más intensa, la tasa de fuga de estos gases desde la atmósfera marciana debió ser mucho mayor . “Creo que estamos ante las primeras pruebas contundentes de que el escape de gases hacia el espacio debido al viento solar fue el actor principal del cambio climático que sufrió Marte en el pasado”, resumió el investigador principal.
Los datos de la sonda Maven procuran complementar los aportados por el robot explorador Curiosity, que revelaron que el monte Sharp de Marte, situado dentro del cráter Gale, podría estar formado por los sedimentos depositados en el lecho de un lago hace millones de años.

Quién quiere ser astronauta
La NASA lanzó una convocatoria para los que siempre soñaron con ser astronautas. Los elegidos tendrán la posibilidad de participar en futuras misiones para explorar el espacio, un asteroide o eventualmente Marte en 2030.
Con esta propuesta la NASA busca aumentar su equipo, ya que hoy en día sólo cuenta con 47 astronautas. Los que quieran adentrarse en el misterio del cosmos deberán cumplir ciertos requisitos. Entre ellos ser estadounidenses, tener un título en Ingeniería, Ciencias Biológicas, Física o Matemática, y tres años de experiencia profesional o mil horas de vuelo como pilotos de jets. Además, deberán superar una larga prueba de Física que les tomará la NASA.
Las solicitudes comenzarán a ser recibidas en diciembre a través de la web www.usajobs.gov, y las contrataciones serán anunciadas en 2017.