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La vida de Oscar, la historia de un sin techo retratado por un fotógrafo durante veinte años

Separado de su familia durante la infancia, Oscar Ojeda reencontró a sus hermanos luego de casi sesenta años gracias a una película documental del fotógrafo Daniel Muchiut.

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa. | Daniel Muchiut. Gentileza FoLa.

Hasta el 4 de agosto se puede visitar en Fototeca Latinoamericana (FOLA) la exhibición "La vida de Oscar" de Daniel Muchiut con la curaduría de Gabriel Díaz.

La muestra es un ensayo llevado a cabo durante casi veinte años por el fotógrafo nacido en Chivilcoy sobre la vida de Oscar Ojeda, que se presenta junto a una película documental.

Ojeda vivió durante años en las calles de la ciudad de Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires, al margen de la sociedad.

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Muchiut se acercó a él en 1988 y logró retratarlo durante su vida cotidiana en los lugares que habitaba: en autos abandonados, en taperas o bajo estructuras precarias realizadas entre las arboledas de los suburbios con cartones y chapas "cirujeadas".

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
Oscar Ojeda. Fotografía de Daniel Muchiut.

Oscar Ojeda permitió que Muchiut le tomara fotografías pero apenas intercambió con él algunas palabras, por lo que el fotógrafo no pudo conocer mucho sobre su historia durante esos años.

"Tenía 30 años en esa época y en Chivilcoy había una persona que deambulaba por la ciudad. Estaba fuera del sistema y se iba a vivir a un auto" recuerda Daniel Muchiut en diálogo exclusivo con PERFIL.COM

"Quería entender qué era lo que lo había llevado a estar en ese lugar, en esa soledad, cómo construía su vida. Y bueno, me acerqué a Oscar, le conté mi idea, me dijo que podía estar con él, y ahí empezamos a compartir durante 20 años un proyecto de laburo que a la vez se convirtió en un proyecto de vida. Porque a partir de allí mis preguntas existenciales fueron otras".

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
Retratos de Oscar Ojeda hechos por Daniel Muchiut, expuestos en la muestra en FoLa. (Foto: María François)

Las historias con impronta social no eran en ese entonces algo nuevo para el fotógrafo que ya había abordado temáticas relativas a las diversas crisis económicas que atravesó la Argentina. 

"Hacía diez años que trabajaba en proyectos relacionados con historias sociales: los trabajadores de los hornos de ladrillos, historias de bares, conviví con los wichis de Pilagá, en el norte argentino, después hice Vida de perros, historias que a mí me hablaban de la vida y me formaban como ser humano".

La vida de Oscar

Ojeda nació en la provincia de Misiones el 20 de octubre de 1950 y cuando tenía cinco años su madre lo dejó junto a sus dos hermanos a cargo de una tía en la ciudad de Buenos Aires.

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
Las fotografías provienen de tomas realizadas a lo largo de dieciocho años por Daniel Muchiut. Vista de la sala en FoLa. (Foto: María François)

"Oscar representaba todo un misterio. ¿Cómo alguien podía sobrevivir a una sociedad que lo discriminaba, que lo dejaba de lado? Nadie se hacía cargo, no tenía familiares. ¿Cómo sostenía eso?" expresa Muchiut, visiblemente emocionado por el recuerdo.

"Yo al principio tenía una mirada romántica sobre él, porque yo era un simple empleado de imprenta, iba a trabajar todos los días en mi bicicleta, igual que hoy, y nunca pude salir de ese engranaje que te tritura".

"Titi, no me dejes solo, por favor" fueron las últimas palabras que Oscar escuchó decir a su hermano mientras se perdía por el pasillo de un edificio público de la mano de dos abogados.

Maltratados por su tía, los niños volvieron a casa de su madre -esta vez en el conurbano bonaerense-, quien había formado una nueva pareja.

La convivencia de Oscar y sus hermanos junto a su padrastro no fue fácil y dejó secuelas en los tres. Finalmente un juez de menores de la ciudad de La Plata decidió separar a los niños de su madre y confiarlos al cuidado de instituciones estatales aunque en diferentes ciudades. Oscar tenía ocho años. Su hermano Raúl, cinco.

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
La vida de Oscar. Muestra fotográfica en FoLa. (Foto: Daniel Muchiut).

"Titi, no me dejes solo, por favor" fueron las últimas palabras, ahogadas en llanto, que Oscar escuchó decir a su hermano más pequeño mientras se perdía por el largo pasillo de un edificio público de la mano de dos abogados.

"Oscar estaba lleno de misterio para mí. Podía construir una vida por fuera del sistema, me parecía maravilloso" recuerda Muchiut. "Yo decía 'este tipo es un ser extraordinario porque puede sostener su vida sin depender de nada, de pagar nada...'. Es por eso que permanecí junto a él durante tantos años".

Hubo un tiempo en que Ojeda llevaba una de esas vidas que podemos llamar normales. Tenía novia, amigos y trabajaba en los hornos donde se producen ladrillos. 

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
Vista de la sala de exhibición en FoLa. (Foto: María François)

Pero una vez más fue víctima de la violencia institucional. Tras ser detenido por razones que nunca fueron claras fue sometido a apremios ilegales por parte de las fuerzas policiales. Cuando recuperó la libertad ya no era el mismo.

"Oscar se paraba en distintos lugares de la ciudad sin pedir nada. Alguien le acercaba un sandwich, alguien le acercaba pan, alguien le acercaba alguna fruta. Después se volvía al lugar donde vivía en ese momento y ahí se quedaba dos o tres días compartiendo todo lo que tenía con los perros" relata el fotógrafo. 

"Creo, después de muchos años, que Oscar sostuvo su vida gracias a los animales. Los perros le daban a Oscar aquello que los seres humanos no le daban. Es paradójico, pero encontró humanidad en los perros".

Los años a la intemperie fueron socavando lentamente la salud de Ojeda y en 2003 debió ser internado en un hospital

Allí pudo recuperarse y tras dejar la institución, por recomendación de los médicos fue a vivir a una residencia geriátrica, el Hogar de Ancianos Municipal de Chivilcoy. 

En el año 2016 Daniel Muchiut realizó una película documental en la que relata la vida de Oscar Ojeda y la compartió en sus redes sociales.

En 2017 una persona que tuvo la oportunidad de ver la realización se puso en contacto con el fotógrafo y le explicó que de acuerdo a toda la información, Oscar era su hermano, el mismo del que había sido separado 58 años atrás y al cual había buscado durante toda su vida.

La vida de Oscar. Muestra fotográfica de Daniel Muchiut en FoLa.
El rencuentro de Oscar Ojeda y sus hermanos Raúl e Irma en el Hogar de Ancianos Municipal. (Captura de pantalla del documental La vida de Oscar, realizado por el Colectivo La Confianza).

"En mí hubo muchos cambios en relación a cómo ver la vida" señala Muchiut. "Pero Oscar tuvo un cambio fabuloso cuando fue abrazado por sus hermanos Irma y Raúl. Apareció una sonrisa que nunca tuvo y empezó a tener una contención y un amor que lo cambió totalmente. Hoy es otra persona. Hablaba muy poco, era muy metido para adentro y ahora están los hermanos que lo adoran y le han dado una familia que lo ama. Fue un cambio de 180 grados".

Oscar Ojeda vive actualmente en el Hogar de Ancianos Municipal de la ciudad de Chivilcoy. 

"Me di cuenta de que más allá de las imágenes que tienen un desarrollo hay que entender que un abrazo tiene más potencia que miles de fotos. Y eso lo descubrí sobre el final del trabajo. Por eso les agradezco enormemente a Raúl e Irma que lo hayan buscado durante 58 años. Nunca perdieron la esperanza y hoy lo han reintegrado a su familia" finaliza Muchiut.

La exposición "La vida de Oscar" de Daniel Muchiut se puede visitar hasta el 4 de agosto en FoLa, Godoy Cruz 2626, en el barrio porteño de Palermo todos los días -excepto los miércoles- de 12.00 a 20.00.