SOCIEDAD
EL CRIMEN DE DALMASSO

Macarrón: “Otra vez nos mandan a recorrer el camino del infierno”

El viudo se presentó en Tribunales hoy por el crimen de Nora Dalmasso y afirmó que es inocente del asesinato de su mujer.

Neuquen 2016.  Sus últimas vacaciones en Meliquina, junto a Ana B., su nueva pareja.
| Cedoc Perfil

Tristeza, dolor, estupor. Estos sentimientos describen hoy a Marcelo Macarrón (56), quien desde hace diez días está en la mira de la Justicia luego de que lo imputaran como autor del homicidio de su esposa, Nora Dalmasso. Hoy está siendo indagado y se conocerá los argumentos que tiene el fiscal para considerarlo el responsable del crimen. Durante estos días, el traumatólogo se apoyó en su familia. Sus hijos, Facundo y Valentina, y su novia, Ana, no dejaron de acompañarlo.

“Otra vez nos mandan a recorrer el camino del infierno”, les dijo Macarrón a sus hijos. Para esta familia, la primera chispa se prendió con el crimen de Dalmasso, el 25 de noviembre de 2006. El fuego se avivó cuando Facundo, hijo de la víctima, fue imputado, un año después, por el homicidio de su madre. En 2012, el joven fue absuelto después de que el FBI determinara que el ADN del linaje Macarrón encontrado en el cuerpo de Nora no era suyo. En ese informe se determinó que había rastros genéticos de Marcelo y de otras tres personas no identificadas.

El traumatólogo informó que había mantenido relaciones sexuales con su esposa, previamente a su viaje a Uruguay, coincidente en tiempo con el crimen. Hoy, este ADN es uno de los factores que el nuevo fiscal de la causa, Daniel Miralles (quien asumió hace un mes), valoró de forma diferente a su antecesor, y por lo que decidió imputar al viudo como homicida. Mañana a las 9.30, cuando el viudo se presente a declarar, se levantará el secreto de sumario y se sabrá si el funcionario cuenta con otros elementos nuevos como para incriminarlo.

“El fiscal le había dicho a Valentina y a Marcelo que le iba a llevar dos meses la lectura del expediente pero en 15 días tomó esta decisión. Es un absurdo”, cuestiona el abogado del viudo, Marcelo Brito. “Los que acompañan a Marcelo no pueden creer que esto que está pasando sea cierto. Sus hijos creen en la inocencia de su amado padre. Ellos, al renunciar como querellantes, están demostrando que confían en él”, explicó a PERFIL.

Macarrón se refugió en su casa del barrio Villa Golf de Río Cuarto (lugar donde mataron a Nora) junto a sus hijos y su novia.

Nuevo amor. Ana B. es la nueva pareja del médico y su sostén desde que se produjo este inesperado giro en la causa Dalmasso. Tiene 48 años, tres hijos, es oriunda de Buenos Aires, trabaja de consultora en recursos humanos y coach independiente, según ella misma se describe en las redes sociales. También es viuda. El padre de sus hijos falleció en 2012.

Otra coincidencia entre ambos es el golf. Es conocido que este deporte apasiona a Macarrón y fue parte de la coartada que utilizó para desvincularse del crimen de Dalmasso (cuando ella fue asesinada, él estaba jugando un torneo en Punta del Este). Marcelo y Ana compitieron en junio pasado en un torneo mixto en el Río Cuarto Golf Club. Macarrón terminó octavo y ella, undécima. PERFIL intentó comunicarse con la pareja, pero ellos respondieron que no están dispuestos a hablar.

Imputación. El 18 de marzo pasado, el viudo recibió la noticia de su imputación de boca de su abogado. “Marcelo tomó la noticia con profundo estupor. Estaba descansando y le dejé un mensaje en el teléfono, y luego me llamó para que le informe lo sucedido. Para nosotros, se trata de una hipótesis absurda porque si no se incorporó ningún elemento nuevo, en el expediente no existen pruebas que permitan mantener la imputación”, relató el letrado. Ese día, el fiscal Miralles imputó a Macarrón por el delito de “homicidio calificado por el vínculo”, le fijó una fianza de tres millones de pesos para seguir en libertad y lo citó a indagatoria para hioy a las 9.30. Allí, el traumatólogo conocerá qué elementos tiene la Justicia para poner en duda su inocencia en el crimen.

“Sus estados de ánimo –cuenta el abogado– dependen del momento. Marcelo no puede creer que esto que está pasando sea cierto. ‘Otra vez nos mandan a recorrer el camino del infierno’, les dice a sus hijos. Marcelo es inocente y yo estoy convencido de eso. Hoy es inevitable el dolor que están atravesando como familia”.