SOCIEDAD
furor oriental

La comida callejera asiática gana adeptos entre los porteños

Con locales chicos, barras y precios accesibles, ofrecen platos y sabores típicos de Taiwán, Japón, China y Vietnam.

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Propuesta. En Fukuro, lo más pedido es el ramen japonés (foto). En Saigón, el pho, la sopa vietnamita. | Fukuro Noodle Bar

Con propuestas de street food, fusión de sabores de distintos países, precios accesibles y ambientes relajados, la comida asiática copa las calles de Buenos Aires. Y se suman cada vez más lugares donde se pueden encontrar y probar los platos típicos de países como Japón, Taiwán, Vietnam y China: el ramen japonés, los baos taiwaneses, la sopa vietnamita o los dumplings chinos, además de los ya conocidos noodles y rolls. Cocina al vapor, especias y muchos vegetales son algunas de las características, que ganan adeptos en los paladares porteños.

En San Telmo, en la esquina donde estuvo el bar La Coruña, hace dos años abrió Saigón, con street food vietnamita; el concepto principal fue que la comida fuera al paso, rica y barata. “La idea de abrir Saigón surgió por la simple razón de que acá no encontramos que la comida vietnamita tenga un restaurante con lo que encontrás cuando viajás allá, con los típicos sabores, pero barato y con el concepto más al paso”, cuenta Pablo Marotta (34), uno de los dueños.

Entre los clientes hay un gran porcentaje de asiáticos, aunque también muchos argentinos. Y están por abrir su segundo local en microcentro. La sopa de fideos de arroz con especias y carne es lo que más se pide, junto con los spring rolls de langostinos. “Nos dedicamos a hacer cocina bien auténtica, nada de fusión, tenemos un chef vietnamita. Cuando empezamos no sabíamos cómo nos iba a ir, pero la gente respondió. Al principio costó adaptar el paladar argentino, pero tenemos un público creciente y vienen muchas personas asiáticas, sobre todo de la comunidad coreana”, indicó Marotta.

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En Palermo, Fukuro Noodle Bar es un clásico para los amantes del ramen japonés, el plato típico que consiste en fideos chinos servidos en caldo. Los “noodles los preparamos caseros todos los días, y los servimos en distintos caldos”, cuenta Matías Camozzi, uno de los dueños de Fukuro; ideó todo con su mujer, Vanessa, luego de un viaje a Japón, donde se obsesionó con el lugar, la cultura y la comida que conoció. “Hoy hay unos cuatro lugares de ramen o bao, lo cual es muy bueno porque muestra que cambió mucho la propuesta gastronómica desde 2013, cuando arrancamos nosotros. Ahora es mucho menos conservadora. Cuantos más asiáticos haya, mejor. Al principio nos costó que la gente entendiera el concepto que traíamos: más allá de los platos, queríamos algo como se encuentra allá, por eso el local tiene una barra que lo atraviesa, con banquetas pero sin mesas. Era algo bastante distinto, pero hoy ya llevamos cinco años, así que fue agarrando”, dice. También sirven dumplings y baos, una especie de sandwich taiwanés con panes cocinados al vapor.

Un viaje por Asia también fue el puntapié para abrir en noviembre Koko Baobar, en Palermo, con mesas en la calle y una cocina abierta en un pequeño local. Su especialidad, los baos. “Tenemos seis tipos distintos, vamos experimentando y probando cosas distintas. Nuestra propuesta es más popular, intentamos que los precios sean económicos, que la comida salga rápido y se coma en la calle o en la barra. Que la gente se anime a sabores raros y distintos, pero que además sean accesibles”, aporta Ary Lukides, uno de los dueños.