SOCIEDAD
reclamos a la afa

Jugadoras de la selección luchan por más igualdad en el fútbol

Hoy disputan el último partido de la Copa América en Chile. Llegaron casi sin apoyo de la dirigencia. El enojo por la presentación de camisetas.

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Pedido. Desde Chile, las jugadoras posaron exigiendo que la AFA las escuche. | C.A. FEM. Chile

“¿Y las jugadoras de seleccionado femenino? ¿Acaso no tendríamos que ser nosotras las que presentamos camiseta? Vergonzoso”. En un tuit, Laurina Olivero, la arquera de la selección de fútbol femenino resumió el malestar de las jugadoras ante la decisión de AFA y Adidas de presentar la camiseta oficial con modelos y actrices, mientras ellas están jugando la Copa América en Chile. Hoy juegan contra Chile, y se juegan la posibilidad de clasificar para el Mundial de Francia 2019 y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Así y todo llegaron al torneo casi sin apoyo de la dirigencia, difusión, ni entrenamiento.

Por eso, en la previa del partido contra Colombia del lunes decidieron posar con una mano en la oreja, en un claro mensaje hacia la AFA para que las escuchen. Todas compartieron la foto en las redes sociales y escribieron: “Queremos ser escuchadas”.

“Acá no se le da la importancia que se merece al fútbol femenino; lo tratan como amateur, esa es la realidad. No contamos con apoyo de AFA, sí de las mujeres que siguen el deporte y de nuestros amigos y familiares. El grupo está muy unido y eso es lo importante”, dice desde Chile Vanesa Santana (27), jugadora de la Selección y del América de Cali, en Colombia. Juega al fútbol desde los cuatro años, a los 14 entró a Boca y a los 26 se fue a jugar a Colombia, donde el fútbol femenino es profesional. “Es muy distinta la Liga allá, viajás en avión a jugar, concentrás en hoteles y mucha gente va a ver los partidos”, agrega.

Muchas jugadoras de otros seleccionados ya cobraron premios por los resultados obtenidos hasta ahora en el campeonato. Las jugadoras del seleccionado argentino no tuvieron premio, pese a que ya clasificaron para el Panamericano de Perú 2019 y están entre las cuatro mejores. Tampoco contaban con difusión. Hasta que se sacaron la foto ningún canal transmitía los partidos. El jueves, contra Brasil, fue el primero televisado. Hoy juegan contra Chile.

El conflicto con AFA viene de hace rato. El año pasado las jugadoras hicieron paro porque les adeudaban viáticos –que entonces eran de $ 150 por día–, y antes de eso estuvieron dos años sin ninguna actividad porque después del Panamericano de 2015 se quedaron sin técnico.

“Jugar en la Selección es lo máximo, pero acá no se puede vivir del fútbol femenino. La mayoría de las que jugamos trabajamos y estudiamos.  Los que más pagan son los equipos grandes, pero igual no te alcanza y terminás poniendo de tu bolsillo”, aporta Camila Gómez Ares (23), volante central de Boca Juniors y jugadora de la Selección que por una lesión en la rodilla no pudo estar esta vez en la Copa América. “Yo empecé a jugar en mi casa a los cuatro años. Mis papás me habían anotado en gimnasia, pero cuando vieron que me gustaba el fútbol me llevaron a un club donde iba mi hermano y jugaba con varones. Jugar de chica es lo más importante, pero en el torneo de AFA en femenino no tenés inferiores, solo Primera”, agrega.

A la última convocatoria de Boca Juniors fueron 500 chicas a probarse. Boca paga $ 3.000 de viáticos, y es el que mejor paga. En el torneo de AFA son 14 los equipos que juegan en la A, pero solo cuatro se disputan el torneo: los que más pagan y concentran a las mejores jugadoras. El sueño de todas es irse a jugar al exterior, donde es profesional (ver aparte).

En Palermo, la Academia Femenina de Fútbol (AFF)  enseña a jugar al fútbol a nenas a partir de los nueve años. Entre sus entrenadoras está Laurina Olivero, arquera de la Selección; y su coordinadora es Mariana Blanco, ex DT de River. “Tenemos 70 alumnas, entre nenas y adolescentes. Vienen a partir de los nueve años. Las más chicas que vienen jugaban con sus hermanos en las casas, y las mamás las traen. Apoyamos mucho que las acercan al deporte. Acá no catalogamos que el fútbol sea para varón. Trabajamos desde el sentido de pertenencia. Nuestro lema es fútbol con estilo femenino”, explica Elena Di Blasco, su creadora.

 

Profesionales, en otros países

Brasil, México, Estados Unidos, Colombia, España, Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Suecia y China. En todos esos países –y más–, el fútbol femenino es profesional. Y si bien las condiciones no son las mismas que las de los jugadores masculinos, ganan un sueldo, les pagan viáticos, concentran en hoteles, viajan en avión a los partidos. En Europa, un informe de la UEFA  daba cuenta del crecimiento del fútbol femenino en los últimos años; en lo que respecta a jugadoras profesionales y semiprofesionales, se pasó de 1,27 millones de jugadoras en 2016 a 1,36 en 2017. En los últimos años, el aumento fue el doble. En Argentina, los clubes más grandes pagan viáticos, pero no alcanzan para vivir y todas las jugadoras trabajan y estudian otras cosas. Muchas de las jugadoras de la selección argentina que ahora están jugando la Copa América en Chile juegan en el exterior. Vanesa Santana, mediocampista, juega en la liga colombiana. Soledad Jaimes,  la 9 de la Selección, en la liga China. Y la mendocina Estefanía Banini, en la liga estadounidense, la más competitiva del mundo.