PROTAGONISTAS
a dos años de la muerte del millonario

Una hija de Douglas Tompkins se enfrenta a su viuda por la herencia

El filántropo norteamericano eliminó de su testamento a sus dos hijas. Pero Summer Tompkins reclama en la Justicia de Estados Unidos y de Chile ser reconocida como heredera.

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Enfrentadas. Douglas y su mujer, Kristine, hoy la albacea de sus bienes. Summer, hija de Tompkins, quiere su parte. | cedoc

Ayer se cumplieron dos años de la muerte de Douglas Tompkins. Tenía 72 años y murió por hipotermia al tener un accidente mientras navegaba en kayak en el sur de Chile. Y Summer, una de las dos hijas que tuvo con su primera esposa, apareció en escena con una demanda legal en la Justicia chilena –donde su padre vivió por casi dos décadas– para ser reconocida como legítima heredera.

Según explica el abogado Florencio Bernales –del estudio trasandino Cariola Diez Pérez-Cotapos, que representa a Summer Tompkins–ella pide la nulidad del testamento firmado por su padre en 2012 al enterarse de que las tierras privadas de él comenzaron a ser puestas a la venta por sus “albaceas legales”, tanto en la Argentina como en Chile, algo que para ella plantea muchos interrogantes sobre lo que pasará finalmente con las áreas de conservación que estaban en proceso de traspaso.

Reclamo. A raíz de esto, PERFIL contactó al abogado Bernales dado que Summer Tompkins ya había perdido una demanda similar en septiembre –que apeló en octubre– en  la Justicia norteamericana

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—¿Cómo era la relación de Tompkins con su hija Summer?  

—Entendemos que quien era más cercana a él era su hija Quincey. No creemos que Summer lo haya visitado más de un par de veces en Chile, donde él residía. Imaginamos que tanto la distancia como el carácter de él no jugaban a favor de una relación más cercana.

—Hasta la presentación de esta demanda, ¿qué relación mantuvo Summer con Kristine, la viuda de Douglas, después de la muerte de su padre?

 —Entendemos que Summer tampoco tenía una relación cercana con su actual viuda, ni después de ese hecho.

—¿Cómo estaba estipulaba la herencia?

—Pese a tener su residencia en Chile, y gran parte de sus bienes corresponder a bienes en Chile y algunos en Argentina, Douglas Tompkins intentó indebidamente aplicar figuras jurídicas extranjeras, específicamente de California, para regular su herencia, lo que no es admisible ni en el derecho chileno ni en el argentino.

De esa forma, Tompkins tomó sus bienes y creó con ellos un trust –figura no reconocida en Chile al menos–, para luego en su testamento volver a dejar todos sus otros posibles bienes en este trust, siendo lo relevante que la administración del mismo lo deja a su viuda, fijando una co-administradora, Debra Ryker. A través de estas figuras jurídicas, su viuda queda como ama y señora de los bienes que componen la herencia. De hecho, el testamento señala que desheredaba a todos los que no aparecían mencionados en él, entre ellos Summer. Douglas había declarado que no tenía intención de dejar ni un solo peso o dólar a sus hijas, y esto aparentemente es lo que intentó hacer, violando disposiciones legales chilenas en el camino. Summer sólo busca que se respeten los derechos que, conforme esa regla, le corresponden.

—¿Qué extensiones de territorio en Argentina y en Chile conforman la herencia?

—No sabemos con exactitud. Una de las cosas alegadas en la demanda es que nunca se tuvo acceso a esa información relativa a los bienes de Tompkins y su administración por parte de Kristine y Ryker.

—¿Qué tierras privadas de Tompkins comenzaron a venderse en Argentina?

—Por versiones de prensa, entendemos que son estancias en Entre Ríos y una en Corrientes: un total de 17.200 hectáreas, de alrededor de 50 millones de dólares. Y en Chile un estadounidense llamado Charlie Clark ya habría pagado US$ 9 millones por 700 hectáreas. Kristine es la que ha estado gestionando directamente estas ventas.

—Legalmente la viuda sí puede venderlas...

—No. Los bienes deben respetar las normas chilenas, lo que involucra necesariamente a los hijos, en este caso Summer, en este tipo de decisiones y en los réditos que estas ventas puedan generar.

—¿Por qué la demanda sólo es en la Justicia chilena?

—El último domicilio de Douglas Tompkins fue en Chile y, de acuerdo con la legislación tanto argentina como chilena, las reglas hereditarias aplicables son aquellas del lugar del último domicilio. En todo caso, la sentencia que se dicte por la Justicia chilena puede ser ejecutada en Argentina y debe ser respetada por las albaceas –viuda incluida– en todos los lugares en donde estén ubicados los bienes; de lo contrario, sería una burla a la ley.

Dos hijas, una viuda

Summer y Quincey son las dos únicas hijas de Douglas Tompkins y las tuvo en su primer matrimonio, que duró desde 1964 hasta 1987. El creador de las marcas North Face y Esprit se unió a Kristine McDivitt, su ahora viuda, al poco tiempo de separarse, y con ella comenzaron el proyecto de conservación de tierras en Argentina y en Chile, situación que en un momento generó controversias porque había desconfianza sobre cuán verdadero era su sentir filantrópico. Una de sus hijas, Quincey, sigue sus pasos y tiene una fundación ecologista. Ella no se sumó al reclamo judicial que inició su hermana Summer, de 50 años. El perfil de esta última dista bastante del que profesaba su padre. Summer forma parte de la elite de la costa oeste de Estados Unidos. Su boda con Brooks Walter III tuvo incluso extensa cobertura de la revista People, y Summer es de las “socialites” que ilustran páginas sociales en medios de Los Angeles y San Francisco, donde vive. En su testamento, Douglas Tompkins dejó afuera a sus hijas.En un reportaje en un medio chileno, Tompkins dijo: “No creo que heredar sea algo bueno para los hijos porque no los motiva a crecer ni a desarrollarse por ellos mismos”.