PROTAGONISTAS
cambio de vida

Sabrina, la hija de Nito Artaza, ya está instalada en Francia

Estando en la India decidió con su marido no volver al país y probar suerte en Europa. Y como su madre es francesa, hace dos meses se instalaron en Aix-en-Provence.

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Juntos. En la India, Sabrina y John, su marido chef. Ya en Francia él trabaja en un restaurante y ella busca hacer castings. | S.A.

“Mi mamá es una francesa que dice ‘boludo, bondi, churros y dejate de joder’”. Será por eso que Sabrina, la hija de Nito Artaza, eligió ese país para vivir con su esposo John. Mientras él trabaja como chef, ella busca castings para películas y series de tevé.

—¿Por qué eligieron Francia para instalarse?  

—Es un lugar que quiero mucho. Mi mamá era bailarina y después de una gira en Argentina, decidió quedarse con tan solo 18 años. Desde muy pequeños se ocupó de que mis hermanos y yo estudiemos francés. Hoy es nuestra segunda lengua. Es loco ver que todo lo que ella  vivió ahora lo estoy pasando yo. Amo mí país y no me fui por no tener trabajo u oportunidades. Simplemente tengo espíritu curioso, inquieto y siempre tuve ganas de viajar, conocer, experimentar vivir en otro país.

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—¿Y cómo surgió la idea?

—Afortunadamente John, mi compañero de vida, tenía los mismos deseos: ambos soñábamos con ser trotamundos. Hace rato teníamos ganas de cambiar el rumbo pero no se daba. Y después de hacer un viaje a India, decidimos que era el inicio para no sacar pasaje de regreso. Y estuvimos en lo correcto.

—¿Cómo fueron los primeros días en Francia?

—Hasta instalarnos fue un poco duro e incómodo. Aún estamos medio nómades pero estamos por instalarnos en Aix-en-Provence, muy cerca de Marsella. No es fácil irse con 31 años, trabajo y propuestas laborales, pero sentimos que era ahora o nunca.

—¿Y tu carrera?

—Sé que tengo una carrera difícil. Después de diez años en esto recién hace tres que tengo trabajo ininterrumpidamente, pero mi anhelo no es ser más famosa, sino trabajar de lo que amo, y eso puedo hacerlo en cualquier lugar del mundo. Haré castings para series y películas; en Marsella se filma mucho. Igual me entusiasma trabajar de otras cosas.

—¿Cómo lo vive tu familia?

—Nos apoya en todo. Resolvimos irnos en dos meses, vendimos cosas, regalamos, donamos, desarmamos una casa y nos vinimos. Somos medio intensos. Ellos nos prefieren cerca, los abuelos ni te cuento, y mi papá es el más nostálgico. Hace menos de tres meses que me fui y ya vino para visitarnos con Cecilia (Milone). ¡No me dejó ni instalarme!

—¿Planes para el futuro?

—La idea es poner un emprendimiento acá; tenemos un par de ideas. Nos encantaría tener hijos, por eso decidimos hacer esto ahora, con chicos se puede viajar igual pero es otra cosa.