PROTAGONISTAS
el endoscopista y la anestesista

Pérez Volpin: mañana pedirán el procesamiento de los médicos

La defensa de Débora Pérez Volpin está convencida de que varios tramos de las declaraciones de esta semana que hicieron el endoscopista Diego Ariel Bialolenkier y la antestesista Nélida Inés Puente van en contra de la prueba que indica que la periodista falleció por fallas en el procedimiento de ambos médicos.

0609_perez_volpin_cedoc_g.jpg
Débora. Falleció hace cuatro meses durante una endoscopía. | CEDOC

La defensa de Débora Pérez Volpin está convencida de que varios tramos de las declaraciones de esta semana que hicieron el endoscopista Diego Ariel Bialolenkier y la antestesista Nélida Inés Puente van en contra de la prueba que indica que la periodista falleció por fallas en el procedimiento de ambos médicos. Por eso mañana van a pedir el procesamiento de ambos especialistas. “Hay varias contradicciones con la prueba de la causa”, puntualiza a PERFIL Diego Pirota, abogado de la familia Volpin.

Esta semana, Puente y  Bialolenkier, encargados de hacerle la endoscopía aquel 6 de febrero, la cual derivó en la muerte de Volpin, se tiraron dardos uno al otro en sus declaraciones. “Yo no la perforé, no le cometí error alguno. Por ahí fue una maniobra de la anestesista”, declaró el endoscopista. “Cuando retira el endoscopio Bialolenkier no me dijo nada sobre una posible lesión y/o diagnóstico sobre qué ocurrió. Por ello, inferí inicialmente que podría tratarse de una reacción alérgica”, dijo a su turno la anestesista. Y agregó: “Cuando la paciente desatura ya estaba inflada. Cuando le saca el mordillo, la paciente ya tenía aire y su piel crepitaba. Y eso se lo hice notar a mi colega. Esto era evidente para cualquier persona. Solo estábamos nosotros”.

Para la defensa de la periodista, quien está más complicada es la anestesista. Sostienen que se dio cuenta tarde de lo que estaba sucediendo. “¡Estaba en cualquier otra cosa menos en la operación!”, se quejan.

Hay una declaración importante en la causa: la de la cardióloga que entra en el momento en que Volpin comienza sus minutos más críticos. Según consta en el expediente al que accedió PERFIL, la médica declaró que cuando entra al quirófano en medio del caos y con la paciente ya en un estado importante de deterioro, quiso tomarle la presión pero se encontró con que el equipo que tenía que monitorearla, estaba apagado. Este es uno de los varios argumentos con los que la defensa llevará mañana el pedido de procesamiento. Ambos médicos se desligaron de las responsabilidades por lo ocurrido y sostuvieron que cumplieron con todos los pasos de rigor de manera normal. El juez deberá actuar en diez dias.