PROTAGONISTAS
es licenciada en pedagogia

Después de 60 años, Cuba ya tiene primera dama visible

Lis Cuesta Peraza es la esposa del nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel. Once años menor que él, trabaja en el Ministerio de Cultura.

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Pareja. El pasado 11 de marzo, Lis acompaña a su marido a votar en el colegio electoral de Villa Clara. | AFP

Lis Cuesta Peraza –pareciera– está lista para romper algunos moldes en un país donde las estructuras y tradiciones supieron estar a la orden del día. Si bien el sistema político cubano no contempla la figura de primera dama en el Parlamento, todo indica que la esposa del flamante presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ya está sentando un precedente en la isla. “¿Una primera dama en Cuba?”, comenzaban a preguntarse ayer los portales de varios medios internacionales. Una cosa es segura: hace rato que las cosas están cambiando. Como un signo de los nuevos tiempos, el propio Díaz-Canel se convirtió esta semana en el primer presidente de Cuba que después de seis décadas, no tiene el apellido Castro.   

Y ahí, junto a él, aparece esta mujer de perfil bajo pero dueña de una fuerte personalidad, quien comenzará a aparecer –de forma paulatina seguramente– en la escena política de ese país.

Cuesta Peraza tiene 47 años y en la actualidad se desempeña como directora del Departamento de Servicios Académicos de la Agencia Paradiso, una compañía perteneciente al Ministerio de Cultura. El rol de esa agencia es la de organizar viajes de corte académico y cultural a los extranjeros interesados en conocer la cultura cubana. “Es una persona muy inteligente y activa, pero no deja de llamar la atención la humildad con la que hace las cosas”, dice a PERFIL Alejandro Russo, presidente de la Cámara Argentina de Mutuales (CAM), quien en 2015 estuvo junto a Cuesta Peraza en Buenos Aires en el marco de una reunión por convenios entre ambos países, relacionados con el turismo.

Cuesta Peraza y Díaz-Canel se conocieron mientras ella ocupaba el puesto de directora en el Instituto Provincial del Libro en la provincia de Holguín, cuando él se desempeñaba como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, cargo que ocupó entre 2003 y 2009. En ese momento el ahora presidente aún estaba casado con Marta Villanueva, su primera esposa, con quien tenía en ese entonces dos hijos.

Lis Cuesta Peraza, también separada y con hijos, es graduada en Licenciatura de la Pedagogía en la Universidad de Holguín e hizo un máster  en Ciencias Pedagógicas. Trabajó en el Departamento de Comunicación del Sector Provincial de Cultura y luego en el Centro Provincial del Libro y la Literatura.

Han sido contadas las veces que se la vio en actos públicos hasta el momento. Sin embargo, en 2015, durante un encuentro oficial en Corea del Norte con el mandatario Kim Jong-un, ella asistió como esposa del primer vicepresidente de Cuba. Un año después fue recibida ella sola en Japón por la esposa del primer ministro. En 2017, la agencia estatal Prensa Latina divulgó una foto de Cuesta Peraza en Bolivia junto a su esposo tomada del brazo. Algunos analistas dijeron que la mujer rompió aquella vez la vieja tradición cubana de no mostrar en público a las parejas sentimentales de sus dirigentes.

Durante las elecciones del 11 de marzo pasado, ella volvió a aparecer de la mano de  su marido –y sin guardaespaldas a la vista–, en el colegio electoral de Villa Clara, donde votó. Aquella vez, al igual que en su visita a Bolivia, la prensa oficial ignoró su presencia sin publicar las fotos en ambos momentos. Ahora, con la asunción de su marido, Lis pisa fuerte sobre un suelo que está en constante transformación.

 

La discreta antecesora

Dalia Soto estuvo 55 años con  Fidel Castro  pero solo salió a la luz en 1999, cuando el líder cubano enfermó.

Justamente, ese año, se cumplían cuatro décadas desde que Fidel Castro había tomado el poder en Cuba y por alguna razón quiso que la imagen de Dalia saliera a la luz. La primera vez fue en un partido de béisbol entre Cuba y Venezuela. De los pocos fotógrafos que dejaron ingresar al estadio de La Habana, sólo uno pudo hacer una foto de aquella mujer que acompañó a su esposo hasta donde estaba Hugo Chávez. La rubia de ojos verdes estuvo ahí, sentada dos filas más atrás de Castro.  Cuando la salud del comandante comenzó a decaer en 2001, a Dalia se la vio en cinco actos oficiales; luego también cuando recibía visitas en su casa.Dalia y Fidel se casaron en 1980 y tuvieron cinco hijos: Alexis, Alex, Alejandro, Antonio y Angel. Casi veinte años más joven que Castro, lo acompañó hasta su muerte en 2016.