POLITICA
contra la reforma previsIonal

Tras varios amagues, la CGT convocó a un paro general mañana

La mesa chica de la CGT decidió ayer a la tarde llamar a un paro general a partir del mediodía de mañana, en coincidencia con el nuevo debate legislativo por la reforma previsional.

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Mesa chica. Se reúnen mañana desde las 9 para formalizar. | telam

La mesa chica de la CGT decidió ayer a la tarde llamar a un paro general a partir del mediodía de mañana, en coincidencia con el nuevo debate legislativo por la reforma previsional. La decisión se conoció ayer, pero será formalizada el lunes cuando se vuelva a reunir la comisión directiva de la central obrera.

La intención es lograr una medida de fuerte impacto, que muestre el poder de fuego de la central. No habrá en este caso movilización.

Los contactos informales que se multiplicaron este fin de semana entre los distintos sectores que integran la CGT, llevaron a una definición que será anunciada por el triunvirato de conducción que integran Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.

Daer y Schmid fueron los que lideraron este proceso que llevó a la definición del  paro. El miércoles pasado, ya habían decidido movilizarse durante el debate legislativo del jueves y amenazaron con activar una huelga general si el proyecto del Gobierno era aprobado.

Finalmente, la medida fue suspendida y los dirigentes marcaron un compás de espera hasta ver cómo se movería el Gobierno. En toda la central había un fuerte consenso en el rechazo a la reforma previsional, pero no todos estaban de acuerdo en activar una paralización generalizada de las actividades. En este sentido, quienes más fuertemente pugnaban por ir hacia la medida de fuerza eran los gremialistas del transporte, agrupados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, que tiene como secretario general a Juan Carlos Schmid.

Este sector es el que cuenta con mayor impacto a la hora de lanzar una huelga, porque controlan los medios de transporte que utilizan la mayoría de los trabajadores para ir a su trabajo. Son los garantes de la estampa clásica de un paro general, las calles vacías. Entre los denominados “Gordos” y el sector de independientes, que integran Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri y Gerardo Martínez, varios secretarios habían presentado reparos, pero finalmente aceptaron que el contexto político y gremial los obligaba a ir a la huelga.  

Para el gremialismo, es importante que su estrategia no quede pegada a los sectores kirchneristas y de la izquierda trotskista. Justamente estos sectores, fueron los que estuvieron presionando públicamente para que se tome una medida de fuerza que –a pesar de sus críticas a la central– saben que tan sólo la CGT puede lograr.