POLITICA
Entrevista

Pablo Maggio: "Odebrecht tiene claro que no puede volver a equivocarse"

El abogado de la constructora brasileña, eje del mayor caso de corrupción en América Latina, habla de los planteos a la Justicia y las razones por las que sigue insistiendo con aportar pruebas de coimas en el país.

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El penalista Pablo Maggio es el abogado de la constructora brasileña Odebrecht en Argentina. | Cedoc

El penalista Pablo Maggio es el abogado de la constructora brasileña Odebrecht en Argentina. Representa a la compañía y a los ejecutivos de la empresa que admitieron en Brasil ser los responsables del pago de sobornos a ex funcionarios argentinos.

Brasil exige a cambio de entregar las pruebas que la Justicia argentina respete el acuerdo que ese país hizo con Odebrecht para poder resolver el caso y eso implica que los jueces argentinos deben garantizar que no perseguirán penal, civil o administrativamente a la compañía, a los ejecutivos que admitieron pagar coimas en el país y a sus subordinados. Esta condición viene trabando las negociaciones para el esclarecimiento de los hechos. Los investigadores locales creen que la legislación no habilita este tipo de acuerdos. En Brasil, estarían a la espera de al menos una señal de los argentinos para intentar llegar a un acuerdo, una posibilidad que recién comienza a avizorarse (ver aparte).

Maggio explica que desde agosto del año pasado “hay dos colaboradores que se han presentado en la Justicia argentina (a través de sus escritos para declarar en la Argentina): Marcio Faria en diciembre, y recientemente, hace unos días, Luiz Antonio Mameri, y que pretenden que la Justicia argentina se pronuncie respecto del reconocimiento de estos derechos”. Faria fue uno de los principales funcionarios de la empresa en Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner. Mameri era el vicepresidente para América Latina y Angola.

—Se trata de los ejecutivos que aparecen en los videos hablando sobre las coimas en Argentina...

—Son los dos ejecutivos que aparecen en los videos. Esas presentaciones todavía no han sido resueltas en ninguna de las dos causas en las que se presentaron: una es la de los gasoductos y la otra es la causa sobre el soterramiento del ferrocarril Sarmiento.

—Después de un año y medio de idas y vueltas, ¿por qué Odebrecht insiste en realizar un acuerdo con la Argentina?

—Hay varios motivos. Uno de los compromisos que asumió la empresa cuando firmó el acuerdo en Brasil fue ofrecer la colaboración en los países donde se habían cometido ilícitos. De hecho es una actividad monitoreada por las autoridades de Brasil. Un segundo motivo es que la empresa trabaja en la Argentina y hoy es fuente de trabajo para 1.500 personas. La colaboración, el esclarecimiento y la reparación que ocurrió en Brasil permitió obtener la rehabilitación a la empresa para poder operar nuevamente en igualdad de condiciones con el resto de sus competidores, y ese es otro motivo por el cual la empresa quiere llegar a un acuerdo. El otro motivo son las personas. Ellos -por los ejecutivos de Odebrecht- colaboraron y también quieren que se les reconozca lo que la legislación argentina tiene establecido. Ninguna de las dos personas que represento quiere ningún tipo de privilegio o inmunidad.

—¿Qué busca Odebrecht con este acuerdo?

—En un momento de su vida Odebrecht optó por la transparencia, y eso implicó reconocer la comisión de ilícitos, pagar (multas millonarias) por esos ilícitos y recomponer la situación en la medida de lo posibles, colaborar para que las investigaciones puedan ser útiles y eficaces. Asumió el compromiso de tener un sistema de control interno de primer nivel y además de eso Odebrecht tiene un monitoreo permanente de las autoridades de la Justicia Estados Unidos y de Brasil. Entonces, Odebrecht intenta seguir trabajando porque tiene claro que no puede volver a equivocarse.

—¿Qué implicaría un acuerdo entre Argentina y Brasil por las pruebas del caso Odebrecht?

—Las personas que colaboraron en Brasil, lo hicieron renunciando a garantías constitucionales, una de ellas fue la de no declarar en contra de sí mismos. ¿Por qué renunciaron a esos derechos que la Constitución de Brasil les otorga y que se replica de manera inédita en la Argentina? Porque las autoridades de Brasil garantizaron que esas declaraciones que permitieron identificar a los partícipes de delitos de corrupción no iban a ser nunca utilizadas contra los colaboradores, sus subordinados ni contra la empresa ni en Brasil ni en ningún lugar del mundo. Para que se celebre un acuerdo es necesario que la Argentina acceda a reconocer esos derechos, y se podría instrumentar la colaboración en Argentina. Esto no es caprichoso. Las convenciones internacionales contra la corrupción establecen la posibilidad de estos acuerdos como herramienta para investigar de manera eficaz un hecho de corrupción. El no cumplimiento de estas garantías pone en riesgo un sistema exitoso en el mundo.