El Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) son los dos organismos con más riesgos de caer en situaciones de corrupción o de irregularidades que alejen la posibilidad de cumplir con las metas planteadas. Por lo menos así lo determinó la Sindicatura General (Sigen) en el “mapa de riesgos” que elabora anualmente para evaluar las vulnerabilidades de todas las dependencias y organismos del Estado, y también de empresas con participación accionaria estatal.
En la cima del ránking aparecen otros nombres sensibles, como el PAMI, el Ministerio de Energía, la Anses o el Ministerio del Interior y Obras Públicas. La mayoría son organismos que se destacan por tener presupuesto elevados, muchas contrataciones y licitaciones o antecedentes de irregularidades conpropensión a que se repitan año tras años. El manejo presupuestario no es un detalle menor. Salud, por ejemplo, a cargo de Adolfo Rubinstein, va a manejar en 2018 recursos por 56 mil millones de pesos. Cifra que es incluso menor a los $ 101 mil millones con los que dispone para este año Juan José Aranguren en Energía, o los estrafalarios $ 1.320 millones de la Anses.
El “Mapa de riesgo” es una herramienta que actualizó metodológicamente la Sigen, con el objetivo de que los diferentes ministerios busquen mejorar su performance año tras año. El organismo es conducido desde fines de 2017 por Alberto Gowland, un abogado con pasado en el partido Recrear de Ricardo López Murphy, y antecedes de gestión en el Subte porteño y en el área de infraestructura escolar. Para realizar el mapa se toman en cuenta dos variables: la probabilidad de que una irregularidad suceda y el impacto que podría tener en que no se cumplan los objetivos planteados. Así, a través de un sistema de evaluación, los diferentes organismos quedan divididos en cuatro categorías: extremo, alto, moderado, bajo.
La presencia del INTI entre los entes con nivel extremo de riesgo no es casual. Es uno de los organismos que es foco de atención en los últimos tiempos, sobre todo por el despido de 250 trabajadores de los más de 3 mil con los que cuenta en las 24 provincias. El Hospital Posadas es otro que también vive la misma situación y también está en el nivel extremo de riesgo. Para 2018, el INTI tendrá un presupuesto de $ 2.390 millones, que si están bien aplicados deberían servir para asistir a las empresas argentinas (sobre todo Pymes) a invertir en nuevas tecnologías que las vuelvan más productivas. Que su presupuesto sea muy inferior al de Salud, pero igual comparta el podio de niveles más extremos de riesgo, habla de las dificultades que tiene el organismo. El INTI y el Ministerio del Interior y Obras Públicas, que conduce Rogelio Frigerio, son los dos organismos con peor calificación en lo que a “impacto” se refiere.
En ese aspecto se mira, principalmente, la cantidad e importes de las compras que se realizan, el nivel de presupuesto, la cantidad de personal, la dispersión geográfica, la cantidad e importes de los proyectos de inversión y los objetivos de gobierno asociados. Por otro lado, el Ministerio de Salud y el PAMI son los entes que tienen peor calificación en cuanto a la “probabilidad” del riesgo. Allí, se analiza la frecuencia con la que podría ocurrir un hecho relevante, basándose en especial en los antecedentes detectados en auditorías anteriores. Por ejemplo, se mide el grado de madurez de su sistema de control interno, el ambiente de integridad o anticorrupción y el ambiente de integridad en las compras.
