POLITICA
encuentro en olivos

Macri y Carrió le bajaron el tono a la tensión que generó el aborto

Difundieron una foto donde se los ve sonrientes. “Estaba tranquila y cálida con él”, describieron voceros. La crisis ayudó a mostrar unidad.

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“Extraordinaria”. Así calificó Lilita la reunión con el Presidente, del que también participaron Peña, Cabrera y Braun. | twitter

Para Elisa Carrió, las dificultades económicas fueron la excusa perfecta para dejar atrás las heridas que le generó el debate por la legalización del aborto. “Estoy al lado de (Mauricio) Macri, sobre todo en las crisis”, aseveró ayer antes de una reunión con el Presidente en la Quinta de Olivos, a donde entró con gesto serio y se retiró sonriente.

Según se difundió desde su entorno y desde el Gobierno, la temática de la discordia no formó parte de la charla. Solo con Marcos Peña se refirió al tema, en un momento que se quedaron hablando a solas. Los voceros explicaron que el eje no giró en torno al proyecto en sí, sino a cómo lograr cerrar la grieta interna del bloque.

El debate por el aborto la tuvo contrariada a Carrió desde un principio. Opositora al proyecto, terminó en estado de ebullición el jueves a la hora de votar. “La próxima rompo”, espetó al retirarse del recinto con la derrota consumada. Ya más tranquila, explicó que sintió que no se le reconoció su rol de ser “prescindente”. “Un sector le exigía que se ponga al frente de la discusión para evitar la aprobación, mientras que el otro presionaba a diputados de su bloque para que no voten en contra”, razonan en su entorno. “Me corrí del quilombo”, reflexiona ella, aunque lo cierto es que sus intervenciones siempre fueron críticas al proyecto. “El dolor en mi alma es demasiado grande”, dijo ayer al ingresar a la residencia presidencial. También aprovechó para criticar a Emilio Monzó.

Después de la sesión, surgieron rumores sobre que Carrió rompería Cambiemos. Algo que ella misma se encargó de desmentir: “A los que tienen miedo que rompa, tengan confianza. La República es nuestra”, tuiteó. Como fundadora de Cambiemos, Lilita sabe que un fracaso del Gobierno también sería uno propio, y en medio de una crisis cambiaria como la que está viviendo el país no se puede dar el lujo de poner en duda la estabilidad de la coalición gobernante.

Con un claro objetivo de no hablar sobre el debate de fondo, Carrió solo dejó otras dos reflexiones al respecto cuando habló con los periodistas que la esperaban en la puerta de la quinta. “Lo mejor de la jornada es que no hubo violencia”, afirmó, ratificando que existía un temor a lo que podía suceder en la calle si el proyecto no era aprobado. Y, por el otro lado, apuntó contra Cristina Kirchner, por haber cambiado su posición histórica sobre el aborto: “Yo sigo pensando lo mismo de siempre, pero para otros parece que las convicciones se cambian cada media hora”.

En Olivos, Carrió mantuvo dos reuniones de trabajo. Primero con Oscar Aguad, Fulvio Pompeo y Fernando Sánchez, con eje en cuestiones de narcotráfico, seguridad y defensa. “Fue buena”, calificó. Y después con Macri, Peña, Francisco Cabrera y Miguel Braun para hablar de “pymes exportadoras”, una nueva obsesión de Lilita, para que la competitividad no se logre solo por la cuestión cambiaria sino también por productividad. También apuntó a la evasión fiscal de grandes exportadoras que, según sostiene, se llevan los granos a Paraguay para exportarlos desde allí. “Estaba tranquila y cálida con el Presidente”, describieron voceros del Gobierno. Sobre esa reunión cambió la calificación: “Fue extraordinaria”.