POLITICA
reformismo en camara lenta

Macri modifica su plan por el temor a perder gobernabilidad

La idea es eludir debates conflictivos en el Congreso y rever el vínculo con gobernadores. Busca que la economía pese más que la política.

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Seducción. El Presidente, esta semana, en una recorrida en el Mercado Central. Su estrategia 2018 es intentar mostrar gestión y lograr que la política “no haga olas”. | presidencia

Recalculando. El gobierno de Mauricio Macri está rediagramando su estrategia política de cara a 2018 bajo el temor a que cualquier conflicto, ya sea en el Congreso como en la calle, ponga en duda la gobernabilidad. Ante ello, los principales asesores del jefe de Estado le recomendaron un giro en su política para no solo esquivar fantasmas, sino para concentrar la gestión en la baja de la inflación, el crecimiento y la reducción del déficit fiscal.

“Queremos que la política no genere olas que afecten la economía. Tenemos que aprovechar que 2018 no es un año electoral para que el Gobierno se dedique a gestionar”, le dice a PERFIL uno de los funcionarios más escuchados por Macri con despacho en la Casa Rosada, mientras termina una gelatina con frutas en su interior.

El replanteo de la estrategia política conlleva despegar de la sanción de leyes la gobernabilidad, en especial tras el caos que produjo la reforma previsional, y también buscar nuevos acuerdos con el PJ que custodian los gobernadores.

En este sentido, en la Casa Rosada ya hablan de un Congreso slow para este año. El efecto “diciembre” aún se siente en los pasillos del Parlamento, por eso el oficialismo está analizando cómo rearma su esquema de alianzas parlamentarias. Mientras tanto, nada de forzar leyes. “Si fuera Macri, no meto nada fuerte hasta mitad de año”, opina ante este diario uno de los diputados del PRO. Y agrega que la paralización del Congreso tiene que ver con la inseguridad que le quedó al Presidente tras la reforma previsional. Para peor: los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, le están pidiendo al titular de Diputados, Emilio Monzó, que introduzca un duro ajuste para la Cámara baja. Así, será más difícil aún la obtención de consensos, fue la lectura cerca de Monzó, quien está en un buen momento con Macri, tras haber almorzado solos hace un par de semanas en Los Abrojos, la quinta familiar del mandatario.

En este marco también se dio la negativa a convocar a sesiones extraordinarias para febrero. “Este año tenemos que mandar menos proyectos y más humanos”, se escuchó en el primer piso de la Casa Rosada. La idea partió de Fernando Sánchez, el flamante funcionario del segundo piso muy cercano a Elisa Carrió.

Los gobernadores también son parte de este rediseño de la política. En este sentido, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, propuso trabajar “mimando” a 15 gobernadores: los cinco de Cambiemos y diez que vienen, a criterio del Gobierno, muy bien con el oficialismo. Entre otros, Lucía Corpacci (Catamarca-PJ), Omar Gutiérrez (Neuquén), Juan Schiaretti (Córdoba-PJ), Domingo Peppo (Chaco-PJ), Juan Manuel Urtubey (Salta-PJ) y Hugo Passalaqua (Misiones). “No tenemos que estresar la relación con los gobernadores, ni tirar de la cuerda cada vez que necesitamos votos”, se escuchó en Balcarce 50. De hecho, el grupo elegido aportó sus votos a las últimas inciativas que mandó el Ejecutivo al Congreso el año pasado. El trato privilegiado a estos 15 gobernadores será una clave de la política que viene para el oficialismo.

Así las cosas, en 2018 habrá una lógica inversa a la de los dos primeros años del mandato de Macri. Mientras todos apostaban a lo económico, fue lo político lo que dominó la resolución de conflictos; hoy el Gobierno apela a que sea la economía la que tome el timón y opaque a la política. “El 2018 tenemos que conseguir resultados económicos palpables para llegar bien a 2019”, lo resumen en el entorno presidencial. “Por suerte este año se terminan las alzas de tarifas y ya pasamos a una etapa que se ajustan por inflación”, agregan.

Paralelamente, en el Gobierno reconocen que este año habrá menos fondos para obras públicas, en comparación al 2017, y que la opción del PPP (participación público-privada) como alternativa es un enigma. En ese marco, será clave el desempeño de los tres ministros con obras: Frigerio (agua potable, cloaca y vivienda), Guillermo Dietrich (transporte, obras viales, aeropuertos) y Juan José Aranguren (energía).

El replanteo político también llegará a sindicatos y organizaciones sociales. Para los primeros, la orden del Presidente a Jorge Triaca (Trabajo), quien intenta sobrellevar su peor semana desde que es ministro, fue avanzar con auditorías contra gremios y obras sociales. La primera tanda será en diez días sobre 25 sindicatos.

Por su parte, las organizaciones sociales, enojadas con Quintana, planean retomar las negociaciones con Desarrollo Social. Allí la ministra Carolina Stanley deberá convencer a la Casa Rosada de no tensionar las relaciones.