POLITICA
despues de la ley y el veto

Los gobernadores bajan el tono de la confrontación y se despegan de Cristina

Retoman el equilibrio entre ser opositores pero sin quedar emparentados con la ex presidenta. Aceptan negociar un ajuste en el presupuesto 2019. El concepto de ‘peronismo francés’.

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Tucuman. En mayo fue la última cumbre de gobernadores, donde respaldaron el acuerdo con el FMI. Habría otra tras el Mundial. | cedoc perfil

Los gobernadores de la oposición dan por terminada la disputa con el Gobierno que se generó a partir del proyecto que le ponía un freno al aumento de las tarifas en los servicios públicos. Lejos de querer adelantar la pelea electoral, los mandatarios provinciales bajarán el tono de confrontación con la Casa Rosada y volverán a pararse como “garantes de la gobernabilidad” con la meta puesta en romper la imagen de “irresponsables” y hasta “desestabilizadores” con la que dirigentes oficialistas los asociaron en la última semana.

“Desde que se inició el tratamiento en la Cámara de Diputados, Mauricio Macri anunció que vetaría la ley en caso de ser aprobada. Era un costo que ya estaba pagando, pero después de eso fue subiendo el tono a niveles muy fuertes cuando nos tildó de ir detrás de Cristina Kirchner. A nosotros no nos pueden acusar de nada, en todo este tiempo fuimos un ‘peronismo francés’ en donde primó siempre la mesura y los buenos modales”, reflexiona un gobernador del Norte del país sobre la discusión que terminó el miércoles por la madrugada con la aprobación del proyecto que horas después el Presidente vetó.

Los jefes provinciales aseguran que esta pelea no le sirvió ni al Gobierno ni a la oposición. “Los votantes descreen de todos nosotros y cuando nos ven discutir de esta manera están convencidos de que ninguno los está defendiendo y que solamente defendemos nuestros intereses. Esto nos quita votos a todos”, explica otro mandatario del interior.

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En la visita que esta semana hizo Macri a Salta, el propio Presidente se encargó de dejarle en claro al mandatario salteño, Juan Manuel Urtubey, su molestia con algunos de sus pares. “Su bronca tenía que ver con que hay gobernadores que a él le dicen una cosa y después hacen otra, que hacen declaraciones favorables y después mandan a votar otra cosa”. Entre los enojos, uno de los señalados es Sergio Uñac, el mandatario de San Juan quien se había mostrado como uno de los principales aliados y que “ya es la segunda vez que cambia el juego a último momento”.

Ante la Casa Rosada, la versión de Uñac y de otros mandatarios, como la del amigo de Macri, Juan Schiaretti, es que hay legisladores que no le responden a ellos, sino a viejos caudillos como José Luis Gioja y Juan Manuel de la Sota. Lo cierto es que, en esta pelea, los mandatarios les dijeron a los diputados y senadores de sus provincias que “hagan lo que deban hacer”.

Lo que viene. La próxima negociación que volverán a entablar tiene que ver con el Presupuesto 2019. “Vamos a mostrar que no estamos en contra de este gobierno y que no nos interesa desestabilizar a nadie”, responden sobre el debate que se iniciará. Y agregan que están dispuestos a sentarse “a discutir un ajuste en el gasto y la reducción del déficit a pesar de que se acerquen las elecciones y que esto no suene bien para nadie”. Aceptarán incluso que las obras públicas se reduzcan, pero también pondrán una voz de alerta sobre las obras que la Nación licitará a través del programa de Participación Público-Privada (PPP) para que no terminen concentrándose en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia, territorios beneficiados durante este año. “En esto dos años y medio la gobernabilidad la consiguieron por nuestra manera responsable de pararnos desde la oposición, vamos a volver a mostrar que seguimos siendo responsables. Ahora empezamos de cero, van a tener que levantar el teléfono y hablar en buenos términos”, repiten los mandatarios.

K o Anti K. Los gobernadores le hicieron llegar a los funcionarios nacionales su molestia con el Presidente por asociarlos a Cristina Kirchner. Mientras los jefes provinciales avanzan en un armado electoral que deja afuera al kirchnerismo, la estrategia de Cambiemos será polarizar con la ex presidenta. “En los últimos meses buscamos, con declaraciones cada vez más fuertes, dejar en claro que Cristina está en un lado y nosotros en otro. Habíamos saldado esa discusión y ya no era necesario criticar a la ex presidenta. Después del Mundial, cuando volvamos a mostrar encuentros políticos reforzaremos nuestra posición”, explican.

La mayoría de los mandatarios peronistas creen que la manera de llegar al ballottage es sin la ex presidenta en sus filas. Otros, como la gobernadora Lucía Corpacci (Catamarca) o Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gildo Insfrán (Formosa) aún hablan con ella y no descartan su nombre en la competencia electoral. Del otro lado, hay mandatarios como la peronista de Tierra del Fuego, Rosaba Bertone que esta semana se fotografió con Gastón Fo-ssati, titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA). La gobernadora no ahorró en elogios a su par bonaerense, María Eugenia Vidal, y hasta se ilusionó con verla competir en la presidencial en 2019.

Aunque hoy es difícil pensar en un escenario con el PJ unificado en una gran interna, en el Gobierno se preparan ante esta posibilidad. “El peronismo se está reorganizado, entienden que no tienen que esperar al 2023 para volver. Tenemos que pensar que es muy factible un escenario electoral con un PJ reunificado. Tiene algunas disyuntivas que tienen que ver con que sin Cristina es muy difícil llegar pero con Cristina esa posibilidad tiene riesgo de complicarse”, les dijo esta semana el ministro del Interior, Rogelio Frigerio a otros funcionarios de la Casa Rosada.

“No quieren mi voz”

“No quieren mi voz en el Senado”, fue la respuesta que lanzó Cristina Kirchner al enterarse del pedido de una sesión especial que hicieron los legisladores de Cambiemos para debatir el desafuero de la ex presidenta por la causa por presunto encubrimiento a Irán por la firma de un memorandum con ese país para revisar la investigación del atentado a la AMIA. “Su voz es muy potente. Desde que Carlos Zannini fue liberado, el pedido de desafuero devino abstracto, los senadores lo saben, pero quieren provocar”, lanzaron desde el entorno de la senadora del Frente para la Victoria.

En los últimos meses, la ex mandataria utilizó su banca para criticar fuertemente las políticas del presidente Mauricio Macri. Desde el Senado, se convirtió en una de las voces más potentes contra el aumento de las tarifas en los servicios públicos y en la última sesión extendió su tiempo de alocución para arremeter contra la vicepresidenta, Gabriela Michetti, por sus votos negativos en la nacionalización de YPF y en la ley de Presupuesto de 2010.

El discurso de Cristina en la sesión contra el tarifazo llegó a los 8 puntos de rating y a las 25 mil vistas en vivo en YouTube, a las 2 de la mañana”, explicaron desde el Instituto Patria bajo el argumento: “¿Cómo no la van a querer callar?”.