POLITICA
el factor cristina divide al pj

La estrategia electoral enfrenta a gobernadores e intendentes

Los barones peronistas están más cerca de la ex presidenta que de los mandatarios. Las dificultades para armar candidaturas en el distrito clave.

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Con CFK. Los jefes distritales por ahora prefieren ir con la ex presidenta, quien les garantiza un caudal de votos para mantener sus intendencias. El cordobés Schiaretti y el salteño Urtubey quieren a la senadora fuera de la contienda electoral. | Cedoc perfil

La provincia de Buenos Aires comienza a convertirse en un obstáculo para los gobernadores peronistas del interior y dirigentes que sueñan con presentarse a la elección presidencial del año próximo sin el kirchnerismo. Quienes empezaron a alambrar el territorio con mayor cantidad de votantes del país son los propios intendentes del Partido Justicialista, dispuestos a no dejar pasar a ningún candidato que haga peligrar la ilusión de que “hay 2019”.

“Por ahora, Urtubey, Pichetto y compañía muestran una estrategia vinculada a las necesidades de la Casa Rosada. No creemos que quieran ganar, lo que quieren es estrellar a Cristina Kirchner porque piensan que en 2023, sin ella, alguno de ellos tiene posibilidades”, dice un intendente peronista. Los jefes distritales del Conurbano están convencidos de que la insistencia de la liga de gobernadores y legisladores que se hacen llamar “racionales” no tiene otro objetivo que seguir dividiendo al peronismo y darle la reelección a Mauricio Macri.

Al empezar a delinear la estrategia electoral, los intendentes explican que “Cristina es una realidad. Si no entendés que Cristina existe y es una realidad, no entendés nada”. Ellos lo saben: después de la derrota en los comicios presidenciales de 2015, los jefes comunales se dividieron en distintos grupos dispuestos a encontrar candidatos competitivos. Ni el grupo Fénix, ni el Esmeralda, ni el Establo lo consiguió y hasta los más críticos de la ex presidenta terminaron en 2017 pidiendo que se postule en la provincia. Hoy, estos grupos se diluyeron y todos coinciden en que “acá no sobra nadie. En 2019 sin el kirchnerismo no vamos a ningún lado, no sabemos si es con Cristina o con un candidato de ella, pero vamos juntos”.

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“Vos no podés decirle hoy a Cristina que no sea candidata sin armar y construir algo que sirva para ganar y por ahora no tienen nada”, le dijo el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, al senador Miguel Pichetto, quien promueve el armado de un “peronismo racional” junto a gobernadores como Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Manuel Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan), entre otros. Estos quieren ir a una elección sin el kirchnerismo en sus filas y le reprochan la “mezquindad” de los dirigentes de la provincia de Buenos Aires. “Ellos están preocupados por mantener sus distritos y con el porcentaje que tiene Cristina hoy, tienen aseguradas cuatro años más la intendencia. No les importa perder la elección presidencial, solo necesitan cuidar sus ranchos”, les recrimina un gobernador.

Los intendentes bonaerenses aseguran que hoy ninguno de los dirigentes del interior pueden entrar en su terreno. “Cómo vamos a llevarle a las bases a Urtubey que es una fotocopia mala de Mauricio Macri”, se ríe un intendente de la tercera sección electoral en donde la ex presidenta pasó el 40% de los votos en la última elección. “El peronismo francés de buenos modales que quieren inventar sirve para los medios, pero en las calles del Conurbano no existe, acá sos peronista, querés sacar a Macri del Gobierno porque te estás cagando de hambre y ni se te ocurra sacarte una foto con él”, agrega.

A pesar de que Urtubey ya comenzó a moverse como candidato presidencial, el gobernador de Salta dilata la negociación con los jefes comunales e, incluso, no tiene diálogo con ellos. “En la medida de que no mida ninguno de los peronistas racionales, lo más probable es que los intendentes jueguen con el kirchnerismo. Lo que apuntamos es a que nuestros dirigentes midan. Pero esto se va a definir al final del camino y faltando pocos días para el cierre de listas, también hay que ver qué pasa si la candidata no es Cristina y es alguno de los referentes que ella tiene porque ahí va a bajar mucho el caudal de votos del kirchnerismo”, admiten en el entorno del salteño.

Interna. Quien sí saltó el alambrado dos semanas atrás es el ex gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Recorrió la provincia y se reunió, por separado, con los intendentes Verónica Magario (La Matanza), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Julio Zamora (Tigre). “Hay que ganarle a Macri, no a Cristina, lo que está pasando es una catástrofe”, repitió el cordobés. A pesar de la distancia que mantuvo con el kirchnerismo, hoy De la Sota podría ser un articulador con otros peronistas como con el actual gobernador, Juan Schiaretti para unir posiciones. “Si tenemos la Provincia y tenemos Córdoba, no hay de qué preocuparse”, relatan.

Del otro lado, para ingresar en los distritos más populosos del país, los gobernadores golpean las puertas de Sergio Massa y Florencio Randazzo. Los mandatarios provinciales saben que los dos ex candidatos a senadores ya tienen poco poder territorial y sus intendentes coinciden con la idea del resto de ir a una gran interna peronista, pero buscan que algunos de sus votos (15% entre los dos) pueda serles útil. Sobre todo, si convencen a Massa de ser candidato a gobernador. “Está difícil porque Massa sabe que pierde con Vidal. Prefiere perder una vez más la presidencia, es más digno ser derrotado en la presidencial que en la gobernación, pero las conversaciones están abiertas”, reconocen. Aún falta demasiado para saber si las negociaciones llevarán a cortar el alambrado o a que se convierta en un cerco eléctrico al que es imposible arrimarse.

Buena sintonía con Vidal

La puja entre los gobernadores peronistas y los intendentes de la provincia de Buenos Aires no es solo electoral. Los jefes distritales levantaron sus quejas ante la intención de los mandatarios de que la Provincia y la Ciudad se hagan cargo de los subsidios de Edenor, Edesur y AySA que beneficia a los habitantes de esos territorios. De esto hablaron la gobernadora, María Eugenia Vidal, y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, en un almuerzo en la casa de la Provincia de Capital Federal. “Hay gobernadores jugando en tándem con funcionarios nacionales para lograrlo, si me lo trasladan ustedes también se van a ver perjudicados porque no voy a poder hacer una sola obra de cloacas y agua como las que tienen”, le dijo Vidal. Insaurralde le prometió apoyo y, al otro día, criticó públicamente el proyecto. También lo hizo el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta. Ellos tienen buen diálogo con Vidal y creen que, ante la situación de crisis, la gobernadora podría ser la candidata a presidente, lo que hace entusiasmar a Insaurralde con competir por la gobernación.