POLITICA
la conduccion de la central obrera

La CGT se encamina a elegir un nuevo triunvirato, con o sin el aval de Moyano

La semana que viene se reunirán sectores que no responden al líder camionero, quien aún no brindó definiciones tras la masiva marcha del 21F. Fuerte rechazo a su hijo Pablo.

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Pablo. Pese a las diferencias, en la mesa chica cegetista todos coinciden en que no lo quieren. | Juan Obregon

Hay un creciente consenso entre los principales dirigentes de la CGT para iniciar un proceso de recambio en la conducción. El objetivo es abrir el juego a los que no se sumaron a la unidad hace poco más de un año y redefinir los representantes de cada sector en una dirección colegiada. El primer paso en esta dirección se dará la próxima semana, cuando se reúnan en un lugar aún a definir representantes de todas las “tribus” gremiales que no comulgan con el moyanismo: “gordos”, “independientes”, Las 62 Organizaciones –el sector más oficialista– y los gremios que lideran Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza).

La única certeza es que esta conducción no será unipersonal, porque nadie cuenta con la capacidad de sintetizar las fuertes diferencias sindicales y políticas que hoy existen. La gran duda es si este proceso contará o no con la participación del moyanismo. En este punto, las opiniones se dividen, algunos ya dan su salida para conformar un nuevo polo social como un hecho. Otros aún abrigan la esperanza de poder contenerlo dentro de la central.

Todos, más allá de estas diferencias, coinciden en que hay un integrante de ese sector que no quieren ver en las reuniones de mesa chica que definan lo que viene: Pablo Moyano. En paralelo, un grupo creciente de dirigentes ve con buenos ojos la incorporación de un representante de los sindicatos que quedaron fuera de la central. Uno de los nombres que más suena es el de Sergio Sasia.

Para los principales dirigentes de la central peronista el dato más importante que dejó la marcha del 21F es la sangría de aliados en la CGT que sufrió Hugo Moyano. La masividad del acto de reclamo no pudo ocultar que el líder camionero ganó adherentes fuera de su ambiente natural al ritmo que perdió apoyos cegetistas, incluso entre los dirigentes históricamente más cercanos a él.

En el palco se contaron apenas siete secretarios con una silla en el consejo directivo, compuesto por 36 gremialistas: Juan Carlos Schmid, Julio Piumato, Juan Pablo Brey, Omar Plaini, Sandra Maiorana y sus hijos, Pablo y Facundo Moyano. Entre los presentes, movidos por una histórica lealtad, tampoco hay un acuerdo unánime sobre continuar la estrategia de confrontación en la que se embarcó el titular del gremio de conductores de camiones.

El propio Schmid, representante del moyanismo en el triunvirato, mantuvo en la semana contactos con dirigentes dialoguistas. El miércoles, habló con Andrés Rodríguez (UPCN) y le planteó la necesidad de llamar a un congreso. Entre los sectores dialoguistas hay acuerdo en imponer primero un compás de espera para que baje la espuma. Luego, dar lugar a las negociaciones para arribar a una fórmula de consenso y, solo después, definir la decisión. Nadie quiere ir a un congreso o un comité confederal sin decisiones tomadas, por el recuerdo fresco de las veces en que este tipo de reuniones terminó, literalmente, a los tiros.