POLITICA
entrevista al arzobispo marcelo colombo

“Este momento económico requiere asegurar la atención alimentaria”

Uno de los hombres fuertes de la Conferencia Episcopal, alineada con el Papa, dice que “no sería bueno que el ajuste impidiera la continuación de políticas muy importantes”.

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Arzobispo. Esta semana fue promovido a la diócesis de Mendoza. | cedoc perfil

Marcelo Colombo lleva 29 años de carrera sacerdotal. Esta semana fue promovido por el papa Francisco al cargo de arzobispo de Mendoza. El vicepresidente segundo de la Confederación Episcopal Argentina contó a PERFIL que la noticia fue “sorpresiva” y que lo considera un “gesto de confianza”, pero confesó que le costará dejar la diócesis de La Rioja. Aclaró que los obispos no son “ni técnicos, ni especialistas”, pero respondió sin evasivas a las preguntas sobre la situación social en el país y los desafíos de la Iglesia.

—¿Cuáles son las orientaciones a los obispos argentinos que marca Francisco?  

—Además de las ricas enseñanzas y gestos del Papa, que nos hablan de una Iglesia cercana a los problemas concretos de hombres y pueblos, tenemos las propuestas de su magisterio, las exhortaciones pastorales y encíclicas que nos hablan de una Iglesia en salida, samaritana, que prefiere los rigores del camino a quedarse de brazos cruzados sin proclamar el Evangelio de Jesús, ocupada de los más vulnerables, que anima una cultura del Encuentro y del cuidado de la Casa común. En la lente inmediata de esta Iglesia de Francisco están los extremos de la vida: los niños y ancianos; pero también, los inmigrantes, las víctimas de la trata y la explotación, los que son descartados por políticas inhumanas y denigrantes.

—¿Va a oficiar una misa la semana próxima en el inicio de la Marcha Federal de movimientos sociales?

—Lamentablemente no podré estar ese día en la ciudad de La Rioja, pero escuché con atención y recibí en numerosas ocasiones a los organizadores, provenientes en su mayoría de sectores afectados por el cese o reducción de planes sociales nacionales y por el cierre de empresas que daban empleo y dignidad a muchas familias riojanas.   

—Los organizadores de la Marcha Federal piden declarar la emergencia por adicciones y la situación alimentaria. ¿Cuál es su visión sobre la situación en estos dos ejes?

—No deja de preocupar el posible corte de financiamiento de iniciativas terapéuticas y preventivas a cargo del Sedronar. No sería bueno que el ajuste impidiera la continuación de políticas muy importantes para sostener la vida amenazada de tantos jóvenes adictos asistidas no solo por la Iglesia sino también por otras iglesias e instituciones. Garantizar la asistencia estatal alimentaria para los sectores más pobres no debería dejar de ser política de Estado en situaciones como las que vivimos. No solo el rigor del invierno inminente sino también las consecuencias del momento económico que estamos viviendo requieren asegurar la atención alimentaria de los sectores más postergados.  

—Se viven días de debates y reclamos en las calles. ¿Cuál debe ser el rol de la Conferencia Episcopal?

—Los obispos somos pastores de nuestras diócesis. Allí se da nuestra actuación primaria y nos toca animar fundamentalmente la solidaridad cristiana a través de nuestras organizaciones. La Pastoral Social del Episcopado cumple una importante función de procurar el diálogo entre los distintos sectores así como la reflexión social en clave cristiana. No somos técnicos ni especialistas. Somos pastores, sensibles y preocupados. Lejos de cualquier demagogia inconsistente, lo nuestro es hacer presente a Jesucristo en la vida social, en las comunidades y en la vida concreta de nuestros fieles y sus familias. La mirada de Cristo pone en el centro la vida de los pobres y se ocupa de hacernos reaccionar, organizarnos y acompañar la vida amenazada.