POLITICA
despues de la semana mas dificil

El oficialismo analiza cómo amortiguar el impacto del ajuste que se viene

Además del recorte en la obra pública, darán de baja otros 5 mil contratos en el Estado. Lanzarán créditos para la clase media en busca de retomar la agenda política. El dilema del Mundial.

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Aparicion. Macri fue ayer con Juliana Awada a un sanatorio porteño a visitar a la policía baleada en una comisaría de San Justo. | Presidencia

Los mozos y cocineros de la Casa Rosada seguramente no hayan preparado un plato especial para el martes al mediodía. Pero el almuerzo se cocina el martes en el primer piso de Balcarce 50, donde volverá a juntarse la “mesa política” de Cambiemos con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. El encuentro no será uno más: se da luego de la crisis más seria que enfrentó Mauricio Macri con la corrida del dólar la semana pasada. En el oficialismo adelantaron que buscarán dar señales de “tranquilidad, mostrar optimismo y dar un mensaje de unidad”.

Es que el gobierno nacional buscará maquillar la crisis e invisibilizar el ajuste que se viene en la economía. Es decir, el fin del gradualismo. La primera medida fue blanqueada el viernes: se darán de baja obras públicas por $ 30 mil millones. A ello hay que sumarle que se darán de baja unos cinco mil contratos de empleo público. Se trata de una modalidad repleta de irregularidades que inició el kirchnerismo: locaciones de servicio con universidades, que en 2015 suponían unos 20 mil contratos precarios de empleo. El Gobierno está decidido a terminar con ellos.

Pero, para maquillar el ajuste, la Casa Rosada intentará volver a controlar la agenda y pasar la tormenta económica. Si bien no hay grandes anuncios aún, se preparan dos medidas para la clase media que están terminando de ajustar en la jefatura de Gabinete.

Uno de ellos tiene que ver con la implementación de préstamos a tasa subsidiada de parte de la Anses. Sería una nueva línea para la clase media baja y baja. Los detalles los vienen conversando en la Casa Rosada desde hace meses pero, en un principio, se habían dilatado con la reforma de la ley previsional de fines del año pasado.

Por otro lado, se está rearmando el plan de créditos para vivienda denominado Procrear y, para mitad de año, podrían relanzarse nuevas líneas con tasas bajas para la clase media. Tampoco está definida la letra chica del anuncio, pero en esto trabaja Frigerio desde hace meses con la jefatura de Gabinete.

De todos modos, otras ocupaciones tienen al ministro del Interior con el teléfono en rojo: esta semana la oposición intentará insistir con su proyecto para frenar el alza de tarifas y los gobernadores, los que Macri llama “racionales”, vienen en sintonía con la Casa Rosada. Según explican fuentes oficiales, en primer lugar porque el antecedente de un Congreso modificando política tarifaria cuando en las provincias fijan luz y transporte no es lo mejor para los propios caciques provinciales.

En segundo lugar, el Gobierno ya les avisó que no repondrá los más de $15 mil millones que perdería de IVA si se aprobara la iniciativa opositora. Por ello, esta semana se espera que no haya una actitud agresiva hacia los gobernadores de parte del oficialismo sino conciliadora: el Gobierno cree que no darán los números para el proyecto anti-tarifas.

Desde el discurso, el ministro Nicolás Dujovne (Hacienda) volverá a ser quien le hable a los mercados y a los inversionistas para evitar otra escalada de la divisa norteamericana. Dujovne viene golpeado internamente (con la salida de su viceministro Sebastián Galiani y las embestidas secretas del vicejefe Mario Quintana) y externamente, tras el affaire de los gastos en aviones privados y chocoarroz publicados por PERFIL. Macri lo calmó en estos días y le dio la voz de mando del área económica junto a Luis “Toto” Caputo, otro de los golpeados interna y externamente con el affaire de las offshore.

Aborto y Mundial. De todas formas, mañana y el martes serán claves para seguir cómo decantan la suba de tasas de interés al 40% y los anuncios del Gobierno para contener el dólar. En Casa Rosada afirman que volverá “todo a la normalidad” en pocos días.

En cuanto al “plan maquillaje”, en un par de semanas volverá a reinstalarse la discusión por el aborto, que copará los medios de comunicación junto a un salvataje de dos caras: el Mundial. La cara amable será que el fútbol dominará la agenda. Por estos días se debatía en la Rosada si era conveniente que el presidente Macri concurra a, al menos, dos partidos, como era su intención a comienzos de año. El Presidente quería llevar a su hija Antonia a los estadios mundialistas y, de paso, reencontrarse con el presidente ruso, Vladimir Putin. Entre los anotados para viajar a la copa del mundo están los Moyano. Un dato que no entusiasma al macrismo.

La cara poco amable del Mundial: una derrota en primera vuelta podría acelerar el malhumor social que sigue con detenimiento la mesa chica presidencial. Como en su historia, para Macri el fútbol seguirá siendo un factor decisivo de su carrera pública.

La mesa política sale a escena

El almuerzo del martes volverá a poner de relieve la importancia de la “mesa política” del macrismo que encabezan el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Desde allí, emanaron los nombres de las listas de candidatos parlamentarios, las estrategias políticas nacionales y provinciales y el camino a seguir con miras a 2019. También los vetos y las críticas.

Junto a ellos, el ministro Rogelio Frigerio, el vicejefe porteño, Diego Santilli, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai y el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, suelen conformar la mesa ampliada.

La “mesa política”, que también se reúne en la parrilla “La Brigada”, sirve también para reordenar a la tropa y delinear el futuro. En este caso, las reelecciones de Macri, Vidal y Larreta.