POLITICA
SILENCIO

La familia Yabrán mantiene el hermetismo a 20 años de su muerte

Al igual que el empresario postal, sus hijos y círculo de confianza mantienen un perfil bajo y se niegan a dar declaraciones a los medios.

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Alfredo Yabrán | Cedoc

A 20 años del suicidio de Alfredo Yabrán, su familia y círculo de confianza mantienen el mismo hermetismo con el que supo manejarse el todo poderoso empresario, señalado como autor intelectual del homicidio del fotógrafo de Noticias José Luis Cabezas. Según pudo saber Perfil, Leonardo Aristimuño, el joven casero con el que el empresario pasó sus últimos días escondido en la estancia San Ignacio, falleció de cáncer hace algunos años.

Su esposa, Andrea Biordo, también testigo de los últimos minutos de vida de Yabrán, sigue viviendo en Gualeguaychú y hoy busca dar por cerrada esa etapa. “Es un tema que ya está. Cuesta todo, pero nunca se hizo una nota de nada y yo voy a seguir así, como quedó todo”, aseguró en comunicación con este sitio. 

Ante la pregunta de si mantuvo o mantiene relación con la familia Yabrán, Biordo respondió: “Eso no te lo quiero contestar. Por el tema de los hijos la verdad que no tengo idea, es un tema que ya hay que cerrar. Nos queda un recuerdo impecable de Alfredo”.

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Según publicó la revista Noticias en 2017, tras la muerte de Yabrán, su viuda, María Cristina Pérez, heredó entre 400 y 2 mil millones de dólares del emporio que si marido supo construir. Pérez tiene 71 años y vive en Montevideo, Uruguay, bajo el más absoluto hermetismo y rodeada de guardaespaldas. Su casa, una mansión de mil metros cuadrados con 12 habitaciones, queda en la exclusiva zona de Carrasco. Los veranos, los pasa en “Tus Amores”, su mansión de Punta del Este. Hoy en día, no tiene, al igual que sus hijos, ningún cargo directivo en las empresas creadas por Yabrán.

Pablo (45), el primogénito del clan, es co-director de una firma off-shore radicada en Miami bajo el nombre de “Ocean Drive Ph-07 Inc”. Trabajó como piloto aeronáutico y estaba inscripto como piloto de Royal Air (ex Lanolec SA), una de las empresas del emporio familiar que se hizo conocida tras trasladar a Antonini Wilson, detenido en la Aduana de Aeroparque con maletín con 800 mil dólares. Además, se dedica a pasar música en fiestas electrónicas bajo el seudónimo de DJ Pilot.

Mariano (44) comanda la firma de inversiones inmobiliarias Greenpol. Hasta hace poco subía opiniones y pronósticos al blog de la empresa. Con oficinas en el World Trade Center montevideano, Greenpol posee emprendimientos a ambos lados del Río de la Plata. Al contrario que su padre, él no cree en eso de ser un hombre sin rostro. Suele fotografiarse cuando asiste a eventos o conferencias.

La preferida de Yabrán, Melina (40), pasa largas temporadas en Nordelta. Y los veranos sigue pasándolos en Punta. Ella fue la última de la familia en hospedarse -hace cinco años- en la mítica mansión familiar de Pinamar argentina: Narbay (Yabrán escrito al revés).

Los hermanos de Yabrán, Miguel, “Coca” y “Toto” siguen viviendo en Entre Ríos. No hablan con la prensa y reñegan del periodismo. Los sobrinos de Yabrán también huyen de los medios. “Es un antes y un después desde esa fecha”, fue lo único que dijo a Perfil una de las sobrinas del empresario que vive en Gualeguaychú. Después de 20 años, el hermetismo y la desconfianza siguen presentes entre los familiares del empresario.