POLITICA
nuevo superministro

Dujovne se queda con todo el poder en la toma de decisiones económicas

En medio de los reclamos por mayores ajustes, su alto perfil ya generó varios roces con sus colegas. Tensión con Dietrich, Frigerio, Quintana y Etchevehere.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, durante la conferencia de prensa para anunciar el acuerdo con el FMI.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, durante la conferencia de prensa para anunciar el acuerdo con el FMI. | NA / DANIEL VIDES

“Vos sos un traidor”. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, estaba enfurecido y no tuvo dudas en encarar a uno de sus colegas para hacérselo saber. Se había enterado de que el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, había salido a desautorizar una idea suya con el propio presidente Mauricio Macri. El eje: el regreso de las retenciones para intentar acelerar la reducción del déficit fiscal, una idea que aún ronda en el gabinete económico.   

La anécdota permite explicar cómo el Gobierno ha decidido empoderar a Dujovne como la voz oficial de la economía y, mientras se producen cambios en el Gabinete, a la vez ya genera recelos entre los funcionarios.

La idea de otorgarle más poder emanó de la “mesa política” con el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el titular de Diputados, Emilio Monzó; y la gobernadora María Eugenia Vidal con Horacio Rodríguez Larreta. A ellos se suman Ernesto Sanz y alguno de los gobernadores. El G7 es quien le viene susurrando al oído de Macri la necesidad de que haya ministros con más poder y, en particular, que desaparezca la atomización en el manejo de la economía dándole más fuerza a Dujovne.

Por un lado, porque funciona en términos de comunicación, un tema que ocupa a Peña centralmente, y también porque unifica el discurso y la estrategia. Por ello, por estas horas Macri analiza con su mesa chica anexarle las áreas de Producción, Agroindustria y hasta Energía. Ya se había anexado Finanzas con la migración de Luis Caputo al Banco Central. En definitiva, con la lógica de funcionamiento que vino teniendo la Rosada con los dos vicejefes de Gabinete, Quintana y Lopetegui, muchos de los ministros se transformaron en secretarios solo que su tarjeta de presentación decía otra cosa.   

Internas. Sin embargo, no son todas buenas. El altísimo perfil y su nuevo rol como coordinador ya le valió a Dujovne sus primeras peleas con el resto del gabinete.

Una de las primeras fue, efectivamente, con Etchevehere. Fue luego de la primera reunión del gabinete coordinado por Dujovne, donde se planteó retomar las retenciones a la soja como parte de un paquete para reducir el déficit. “Para mí no es una buena medida Nicolás”, le respondió. “Los márgenes para el campo van a seguir siendo los mismos por la devaluación”, retrucó Dujovne. El tema no pasó a mayores en ese momento, y el ministro de Agroindustria se quedó callado. Pero no bien salió de allí se encargó de difundir que el Gobierno descartaba cambios en las retenciones.

Dujovne enfureció y se puso el traje de jefe: le gritó “traidor”, y luego fue a hablar del tema con el propio Macri. “Me desautoriza que Etchevehere haga estas cosas”, le expresó al Presidente. La respuesta: que haga lo que tenga que hacer para reducir el déficit.

Paralelamente, las entidades del campo le pidieron reuniones al ministro de Hacienda y no respondió los mensajes. Por caso, en CRA (Confederaciones Rurales Argentinas) querían saber qué había de cierto respecto de las retenciones. Terminaron siendo recibidos por el ministro del Interior.

Otro de los que no están a gusto con Dujovne, casi por lógica, es Quintana. No solo porque el ministro de Hacienda tiene hoy el rol que él tenía en el board económico, sino porque sintió que fue casi una falta de respeto que haya sido invitado a las primeras reuniones donde no tenía ni voz ni voto. “No tenía sentido que Mario fuera, no sabemos a qué lo invitó”, se quejaban en Jefatura de Gabinete.

Otro de los que no muestran sonrisas con Dujovne es Andrés Ibarra, el ministro de Modernización. Aunque no tienen un trato asiduo, el desplante del ministro de Hacienda en una conferencia de prensa en que dejó a Ibarra solo, sumado a que no terminan de ponerse de acuerdo con la “tijera” sobre los empleados públicos, generaron roces.

Justamente, el recorte de fondos también genera ruido. Por un lado, ya comenzó a visualizarse la tensión con Frigerio y con Guillermo Dietrich, de Transporte, por un pedido de recorte extra de obras públicas en este año. “Las que estamos ejecutando no vamos a cortarlas”, repiten ambos. Incluso ante los deseos del ministro coordinador. Para la campaña del año que viene no habrá qué mostrar si se cortaran totalmente.

También los gastos superfluos son motivo de algún remordimiento. En Casa Rosada ya no hay tostados de queso y tomate para funcionarios de bajo rango.  

Cerca de Dujovne minimizan las peleas internas. “Es normal que haya tensiones en un gobierno, y más cuando un ministro que era un par de repente se transformó en coordinador y puede dar órdenes”, explican. Seguramente en los próximos días pueda dar órdenes a más funcionarios.