POLITICA
el hombre que mas escucha el presidente

Con reproches, Nicky Caputo volvió en la tormenta: “Falta un plan económico”

Se mostró dos veces en la Rosada en los últimos días. Cuestionó el rol de Marcos Peña, pidió por el ala política y aconsejó nombrar a un ministro de Economía “fuerte”.

20180520_1309_politica_Nicolas-Caputo-8
“Hermanos”. Con Macri se conocen desde niños. Pasaron fin de año juntos en el Sur. | cedoc perfil

Aún no se habían ido de vacaciones juntos a Villa La Angostura para fin de año. Pero los problemas estructurales de la economía, y el esquema de financiación que conseguía su primo hermano, Luis “Toto” Caputo (ministro de Finanzas) ya se veía insostenible en el tiempo. Entonces, le preguntó a su amigo, el presidente Mauricio Macri, si no era momento de pedir un préstamo al FMI. En ese entonces, cuando todavía había un clima triunfalista en el oficialismo, Macri le dijo que no era viable políticamente: “Es una locura”, fue su respuesta.

El interlocutor era Nicolás “Nicky” Caputo, el empresario e íntimo amigo del jefe de Estado, que volvió a la primera plana de decisiones con la impronta de darle dinamismo a la política. Tras un 2017 que lo mostró corrido de la mesa política, en parte por decisión propia (en particular las suspicacias sobre sus intereses personales en sus empresas), en parte porque el jefe de Gabinete, Marcos Peña, eligió tenerlo lejos, en plena crisis volvió a mostrar su sombra.

Se lo vio dos veces en Casa Rosada en los últimos diez días (en dos años y medio prácticamente no se mostró, y cuando visitaba a su amigo lo hacía en Olivos o en Los Abrojos, la quinta familiar) y fue determinante para el regreso de la mesa política, con dos actores muy cercanos a él: el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

La amistad con el diputado trasciende la política: sus mujeres son amigas y suelen compartir cenas con empresarios. En el segundo caso: desayunos en Belgrano y una relación fluida.

De hecho, el Presidente le pidió la semana pasada que fuera a una de las reuniones de coordinación que se realizan a media mañana en Balcarce 50 para tratar la coyuntura, en este caso crítica. Caputo se negó. Ya había prestado su colaboración. Pero un dato clave aparece en su decisión de no volver formalmente: su dura mirada sobre el trabajo diario de Peña, a quien adjudica gran parte de la responsabilidad de lo que considera errores del Gobierno. Es más: muchas veces tuvo que abandonar discusiones sobre política y economía con el Presidente porque “se pone el casete que le da Marcos y no se puede hablar más”, suele decir. Siente que no fue escuchado, salvo cuando la crisis con el dólar llegó a su punto máximo. Y que Peña acumuló un poder que acalló voces disidentes.

Entre sus íntimos, Caputo es muy crítico del manejo económico. “No hay plan económico”, les repite a todos los funcionarios y empresarios que lo visitan. Se lo dijo a Macri infinitas veces. Critica las tasas de interés por las nubes que implementó el Banco Central para paliar la crisis. Ya había sido crítico de la gestión de Sturzenegger todo el año pasado con aparente calma cambiaria. “Con una tasa del 40% le ganás 15 puntos a la inflación, ¿quién va a invertir así?”, repite.

Para el empresario, uno de los fundadores del PRO, lo ideal sería un ministro de Economía fuerte, que tenga la visión general de los temas con poder de mando. Incluso arriesgó un nombre: Frigerio, su amigo. El ministro no quiere saber nada con tener que hacerse cargo del manejo económico. Prefiere continuar en su rol de negociador con gobernadores.

Para Caputo tampoco es viable el sistema de gestión con dos vicejefes de Gabinete fuertes, que controlan a los ministros pero acotan su poder. A Lopetegui lo llama “Mr. Excel” graciosamente. El apodo contagió a muchos funcionarios.

Mauricio está pensando la Argentina a largo plazo, que está muy bien, pero se olvida de la coyuntura”, razona en privado. Acaso por ello el Presidente volvió a recurrir a su amigo de la infancia en medio de la crisis.