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Escala corporativa

Escuchar el feedback como una oportunidad para crecer

Tips para ayudar en la escucha asertiva, una súper herramienta para escalar al próximo nivel en tu liderazgo.

Ismael Cala
Ismael Cala | www.ismaelcala.com

Escuchar es el componente más importante de las habilidades gerenciales necesarias en las empresas de hoy. Escuchar no es algo que simplemente sucede sino que es un proceso activo en el que se toma una decisión consciente para recibir y entender los mensajes de quien interactúa contigo.

Tanto en nuestra vida personal como en lo laboral, la figura del feedback es la forma clásica de interacción con otros. Tal y como dice uno de mis coaches, Jacques Giraud: “Utiliza todo el feedback que se te entregue como si fuera verdad, para que así puedas estar abierto a escucharlo, evaluar dentro de ti y discernir, para luego corregir”.

Esto suena bien, sobre todo cuando recibimos un feedback que refuerza nuestras acciones u opiniones. Pero cuando recibimos un feedback que no queremos escuchar porque nos cuestiona o nos confronta con algo que nos incomoda, hasta allí llega nuestra escucha activa.

La escucha activa consiste en dar el tiempo que necesite la persona con la que dialogamos para explorar sus pensamientos y sentimientos.

Aquí debo recrearte una escena que se repite cada día en muchas oficinas. Un colaborador entra a tu despacho para consultarte algo. Estás concentrado en la computadora o en tu celular y tu colaborador espera atento a que hagas contacto visual con él para comenzar a hablar. Entonces, sueltas la frase de autoengaño más repetida de la historia: “Pero, cuéntame que te estoy escuchando”.

Sucede que la escucha activa requiere de la disposición e intención genuina de escuchar al otro y eso incluye tu atención plena (con todos los sentidos entre los cuales está la vista a través del contacto visual). ¿Cuántas oportunidades de feedback valioso nos hemos perdido por no tomarnos el tiempo de mirar a nuestro interlocutor?

La manera de mejorar las habilidades de escucha es practicar. Aquí es donde se hace un esfuerzo constante. Se necesita mucha concentración y determinación para ser un oyente activo. Los viejos hábitos son difíciles de romper y, si tu capacidad de escucha es tan mala como la de la mayoría de personas: tranquilo ¡es solo tiempo y trabajo!

Escuchar ayuda a comprender a las personas y esta actitud se convierte en un fiel compromiso. Cuando transmites esa confianza en tus colaboradores o en las personas en las que influyes, actuarán ante las diferentes situaciones de la vida con más optimismo y, si no es así, siempre estarás tú para motivarlos. Conocer las necesidades de los demás es clave para poder comprenderlos. De esta manera podremos impactar en sus vidas pero también permitir que impacten la nuestra, recibiendo su feedback como lo que es: Un regalo que nos ofrece la oportunidad de revisarnos y corregir.

Tenemos dos oídos y una sola boca, por lo que la escucha deberíamos apreciarla en doble proporción a lo que decimos. En realidad, como me dijo el gran Larry King en una entrevista para mi primer libro El Poder de Escuchar, “nunca aprendí nada mientras era yo quien hablaba”. Efectivamente, mientras reproducimos las grabaciones mentales que ya tenemos, en esa caja de resonancia que es el cerebro, nunca aprendemos nada. Toca callarnos y realmente crear un ambiente en modo aprendizaje para explorar nuevos horizontes.

Está comprobado que el cerebro humano podría procesar como promedio hasta 400 palabras por minuto; sin embargo, en realidad solo emitimos 125 palabras por minuto. Solo papagayos humanos intoxicados con peligrosas dosis de ego podrían intentar alcanzar esa brecha. El cerebro encuentra un vacío de 275 palabras que, sin darnos cuenta, entran como pensamientos zombies en nuestra escucha. Con esto en mente, solo nos queda pensar que el escuchar con toda nuestra atención requiere disciplina, conciencia y práctica diaria. Es como desarrollar cualquier tipo de habilidad.

Te sugiero algunos puntos que te ayudarán con la escucha asertiva, una súper herramienta para escalar al próximo nivel en tu liderazgo:

Usa el desapego, o sea, domestica tu ego, esa voz que nos habla y siempre nos pone como protagonista del universo, nos obliga a hablar de lo que somos, hacemos, queremos y despreciamos. Haz que el ego vaya a una esquina y baja la guardia del juicio a los demás. Piensa que nadie tiene la verdad absoluta, que solo en temas de derechos humanos, hay principios con los que no se negocian. Recordemos que escuchar es clave para crecer y autosuperarnos. Evitemos escuchar a la defensiva, el feedback constructivo nos eleva.

Cuando digo que escuchar no usa solo los oídos, es porque el lenguaje corporal debe ser coherente y reforzar tu intención de escucha. Haz contacto visual cómodo y presente. No cruces los brazos, relaja tu cuerpo y muestra con la cabeza que asientes o al menos reconoces la palabra del interlocutor. Repite algunas frases en tu mente.

Trata de recordar estos tips cuando hables con alguien y también sé consciente de si tu interlocutor es un escuchante activo. Empieza a utilizar estas técnicas de escucha activa hoy, para convertirte en un mejor comunicador, mejorar la productividad en todo lo que haces e incrementar tu capital de liderazgo a través la escucha del feedback como una oportunidad para revisarte y cambiar.

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