INTERNACIONAL
monseñor buenanueva

Justicia y compasión para las víctimas y para los victimarios

Responsable del protocolo que las diócesis locales aplican ante casos de curas abusadores, dice que el castigo no impide el perdón.

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estados unidos. Víctimas de abusos de curas en Milwaukee. | ap

Como titular de la Comisión de Ministerios del Episcopado argentino, monseñor Sergio Buenanueva fue responsable de elaborar en 2011 el protocolo que todas las diócesis deben aplicar para responder a casos de abusos cometidos por sacerdotes. Hoy la comisión trabaja en un plan integral, que sirva también para la prevención.

Obispo de San Francisco, en Córdoba, Buenanueva comprende la reacción de las víctimas de abusos ante el criterio de misericordia aplicado por el Papa para mitigar las sanciones de la Iglesia a sacerdotes abusadores, algo que, deja en claro, no implica sustraerlos del alcance de la Justicia.

“Cuando la Iglesia aborda los casos de abusos –explica– la Justicia y la misericordia deben estar presentes, del principio al fin del proceso, aunque por caminos diversos que también pueden entrecruzarse. Justicia para todos. Misericordia para todos. Esto vale, en primer lugar, para las víctimas, pero también para los victimarios”, dice.

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En un texto que divulgó ante la polémica, monseñor Buenanueva destacó, sin medias tintas, la importancia de llevar todo a la Justicia.

“Un cura que es encontrado culpable de abuso sexual debe expiar su delito ante la sociedad. Normalmente, eso significa: cárcel. En esto tiene un rol primario la Justicia Penal del Estado”, sostiene.

“Esto es hacer justicia a la víctima, que, incluso para el difícil proceso de sanación interior, necesita ver sancionado a quien le infringió semejante daño. Pero es hacer justicia incluso al victimario que, para su proceso de rehabilitación humana, necesita expiar su delito de forma concreta”.

“Así, entonces, desde el principio, la Justicia. Pero también la misericordia ha de tener lugar, desde el comienzo: es decir, la posibilidad del arrepentimiento y, eventualmente, el perdón como acto espiritual”, añade.


Abuso.. de poder. Uno de los puntos centrales de las críticas de las víctimas es la referencia de Francisco a la acción de los sacerdotes abusadores como una “enfermedad”, punto que alegan sus defensas ante la Justicia. El obispo de San Francisco cree que “en algunos casos, se tratará de hombres severamente afectados por alguna forma de patología que, seguramente, nunca debieron ser admitidos a la vida sacerdotal o religiosa”.

“Pero son los menos –aclara– porque en la mayoría de los casos se trata de sacerdotes que, por distintas razones, como inmadurez psicológica, ingresaron en un proceso de deterioro espiritual y moral que terminó manifestándose en una conducta sexual depredadora, aunque seguramente también en otras formas de abuso de conciencia, manipulación emocional de los demás, autoritarismo, abusos en la gestión de los bienes, descontrol en otros campos de la conducta y un largo y doloroso etcétera”, agrega.

Monseñor Buenanueva quedó muy impresionado con la reciente noticia de que entrenadores de fútbol infantil abusaron en Inglaterra durante años de chicos que tenían a cargo. “Esto demuestra, dice a PERFIL, que, en el fondo, estamos ante un abuso de poder, que ha tomado la forma de una actividad sexual de un adulto sobre un menor o de un adulto vunerable. Aquí es clave la asimetría; el sacerdote con los fieles, el entrenador con sus chicos”.

“El abuso sexual, protagonizado por curas célibes u hombres que no lo son, tanto dentro como fuera de la Iglesia, es, en definitiva una forma de abuso de poder en lenguaje sexual, que refleja cada vez más fuerte la incapacidad de establecer vínculos sanos y verdaderamente humanizantes. Más que un problema de sexo, el de los abusos, es un problema de vínculos humanos mal logrados y peor vividos. Como ya he dicho en otra oportunidad, incluso si la Iglesia optara por el sacerdocio casado no podría dejar de atender a estas dificultades”, afirma el obispo de San Francisco en su texto.


Intención.  Sin caer en teorías conspirativas, Buenanueva cree que hay un interés especial detrás de la polémica de sectores del Vaticano que critican los cambios de Francisco.

“Esa misericordia del Papa vale también en otros campos, como divorciados en nueva unión, o jóvenes parejas que no se casan. Francisco dice: ‘Me hago cargo de ellos, no los rechazo, los acompaño para que vivan su fe hasta donde puedan’. Entonces hay quienes dicen, refiriéndose a los abusos: ‘Esto es lo que pasa cuando hay tanta misericordia’.