INTERNACIONAL
controvertido comunicado

ETA pidió un “perdón” parcial a días de su disolución

La banda terrorista se dirigió a quienes “no tenían una participación directa en el conflicto”. Críticas del gobierno y de familiares de víctimas.

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Final. La organización independentista apeló a la violencia para conseguir la independencia del País Vasco. Sus atentados dejaron 829 muertos, el 40% de ellos civiles. | AFP

A quince días de su anunciada disolución y con una retórica maniquea, la organización terrorista ETA pidió ayer perdón a las víctimas, pero dirigió su mensaje a aquellas que “no tenían una participación directa en el conflicto”. El gobierno de Mariano Rajoy y las organizaciones de damnificados criticaron duramente la diferenciación entre víctimas, calificando el comunicado, publicado en dos diarios vascos, como “vergonzoso e inmoral”.
La agrupación vasca, que asesinó a 829 personas en sus 59 años de lucha armada, reconoció el “daño causado” y dijo que lo siente “de veras”. “Somos conscientes de que en este largo período de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución. Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida en que han resultado damnificados por el conflicto”, sostuvo el texto divulgado ayer y fechado el 8 de abril.
La polémica diferenciación de las víctimas generó un amplio repudio en España. “A consecuencia de errores o de decisiones erróneas, ETA ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria como fuera de ella”, sostuvo Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad).

Reacciones. El Gobierno español subrayó que el comunicado “certifica la derrota total de ETA, la derrota política, la derrota social, la derrota económica, la derrota internacional”, al tiempo que manifestó estar del lado de las víctimas.
El presidente del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu, pidió que ETA tenga “en la misma consideración” a todas las víctimas. Mari Bar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT) y hermana de un joven concejal asesinado por la organización, calificó de “vergonzoso e inmoral” que distinga entre “quienes se merecían un tiro en la nuca y una bomba en el coche y quienes fueron víctimas por casualidad porque no se lo merecían”.
El 40% de las víctimas de los atentados de ETA fueron civiles. Además de los asesinatos, la banda cometió a lo largo de cinco décadas decenas de secuestros y extorsionó a numerosos empresarios para obtener fondos para la organización.
Horas después de divulgarse el comunicado, los obispos del País Vasco, Navarra y de la localidad francesa de Bayona pidieron “sinceramente perdón” por las “complicidades, ambigüedades y omisiones” de la Iglesia local durante los años en los que ETA cometió sus crímenes. “Debieron hacerlo décadas antes del comunicado de ETA y no horas después. Conviene recordar que, durante decenios, en los espacios eclesiales de muchas localidades vascas y navarras se justificaba la violencia de ETA”, aseveró Fernando Reinares, investigador del Instituto Real Elcano.
La organización llamó a la “reconciliación” para “apagar definitivamente las llamas de Gernika”, mezclando los crímenes de la dictadura franquista con la legitimidad democrática conquistada tras la transición. “Ese es su relato, el que hay que combatir, afirmando con rotundidad que la única amenaza a la paz y a la libertad de los ciudadanos vascos, y del resto de los españoles desde nuestra transición democrática, ha provenido de ETA y de sus pistoleros”, arremetió, por su parte, Alfredo Pérez Rubalcaba, ex vicepresidente y ministro del Interior.
El comunicado, maniqueo, se quedó a medio camino entre una justificación de la violencia y un real pedido de perdón a las víctimas, pero fue un paso más de cara a la anunciada disolución, que tendrá lugar el próximo 5 de mayo. Para ese entonces, ETA, fundada en 1959 para luchar por la independencia de Euskadi, será un mal recuerdo.