INTERNACIONAL
alta polarizacion

Colombia elige presidente, con la mira en la crisis venezolana y los acuerdos de paz

El uribismo lidera las encuestas de la mano del ex senador Duque, que modificará el pacto con las FARC. Petro, de izquierda, y Fajardo, de centro, pugnan por entrar al ballottage.

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Favorito. Duque busca retener los seis millones de votos de las internas del Centro Democrático. Petro, Fajardo y Vargas Llera son sus rivales. | Cedoc Perfil

Con los acuerdos de paz con la guerrilla y la crisis migratoria venezolana en mente, los colombianos acudirán hoy a las urnas para elegir presidente. La derecha apuesta todas sus fichas a regresar al poder de la mano de Iván Duque, delfín del ex presidente Alvaro Uribe, que encabeza las encuestas con el 37% de intención de voto. Sin embargo, ese caudal no alcanzaría para ser electo en primera vuelta, por lo que Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras aspiran a quedar en segundo lugar y competir contra Duque en un eventual ballottage.
Duque, de 41 años, tiene casi asegurado un piso de votos envidiable, ya que en las primarias del Centro Democrático participaron casi seis millones de personas. Si bien esa cifra no le asegura la victoria –Santos fue reelecto en 2014 con 7,8 millones de votos–, sí lo deposita prácticamente en la segunda vuelta.
Petro, ex alcalde de Bogotá y ex guerrillero del M-19, marcha segundo en las encuestas y aspira a polarizar con el uribismo. Su carrera política sufrió un cimbronazo en marzo de 2014, cuando el procurador Alejandro Ordóñez lo destituyó de la alcaldía por el escándalo de la basura. Un año y medio antes, y sin muchas consultas, Petro había cambiado el esquema de limpieza e higiene de la ciudad, al no renovar el contrato de las recolectoras privadas y asumir la responsabilidad de lidiar con 6.500 toneladas diarias de desechos. La crisis lo catapultó fuera del poder, pero no erosionó su popularidad.
El matemático Fajardo y el ex vicepresidente Vargas Lleras corren de atrás, pero sueñan con dar la sorpresa, en un país donde los sondeos erraron más de una vez sus pronósticos, como sucedió con el plebiscito sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El último debate que protagonizaron se centró en los temas que polarizaron la campaña: los acuerdos con la guerrilla; la crisis política, económica y social en Venezuela; y la necesidad de una reforma de la economía colombiana.
 
Paz.
El uribismo fue la única fuerza política que se opuso al acuerdo de 2016. Duque adelantó que si gana modificará algunos puntos del acuerdo, al tiempo que impulsará la “vía militar” en detrimento de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), iniciadas por el gobierno de Juan Manuel Santos. El Centro Democrático tendrá mayoría en el Congreso, por lo que podría impulsar leyes que alteren la instrumentación del texto firmado por el presidente y Timochenko. En cambio, el resto de los candidatos propone respetar los acuerdos de paz y reincorporar a los ex guerrilleros a la vida legal.
 
Venezuela. La crisis bolivariana fue un tema central en la campaña. Duque propuso “acorralar internacionalmente a la dictadura”, Vargas Llera adelantó que cortarán las relaciones diplomáticas con Caracas, mientras que Petro y Fajardo denunciarán internacionalmente las violaciones de derechos humanos en ese país. De alguna forma, todos coincidieron en mejorar la asistencia humanitaria a sus vecinos.

Uribe. El recuerdo del ex presidente marcó la campaña. Duque recorrió el país abrazado a su jefe político. Por eso, fue acusado de ser un “títere” de  Uribe. “Yo voy a ser el presidente y voy a tomar las decisiones. Pero uno debe tener la humildad para escuchar a las personas que han gobernado bien”, afirmó.
Uribe, por su parte, negó ayer los vínculos con narcotraficantes en los 90, revelados por documentos desclasificados del Departamento de Estado de EE.UU. “Nunca he recibido dinero para mis campañas”, dijo, al desmentir vínculos con Pablo Escobar y “Los Ochoa”. Según la diplomacia norteamericana, la madre de Escobar le habría pedido al senador que la ayudara a comunicarse con el por entonces presidente César Gaviria “a cambio del favor” de financiar su campaña.

Economía. Duque prometió “bajar impuestos y subir salarios”, al tiempo que hizo eje en la “economía naranja”, un nuevo modelo de desarrollo vinculado al emprendedorismo y la industria creativa. Vargas Lleras impulsa una reforma previsional y tributaria. Petro y Fajardo, en tanto, postulan abandonar el modelo de extracción de petróleo y carbón y fomentar una agricultura sostenible y ecológica.

Denuncias. Los candidatos coincidieron a la hora de cubrir los comicios con un manto de sospechas. Petro, del movimiento Colombia Humana, aseveró que se “está cocinando” un fraude y puso en duda la seguridad del software que se utilizará para el recuento de votos. Según el postulante de izquierda, la maniobra buscaría favorecer al oficialista Vargas Lleras.
Duque, en tanto, denunció ayer penalmente un “fraude” en una de las mesas de votación en el exterior del país. El presunto acto delictivo estaría “relacionado con una conducta atribuible a los jurados” que, según la denuncia, alteraron los resultados al consignar votos a favor de Duque en la categoría de sufragios en blanco.
La alta polarización, así como la intensidad del debate entre los candidatos, llevó ayer al jefe de la Misión de Veeduría Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), Kevin Casas, a recomendar que moderen sus discursos. “Es pertinente hacer una llamado a las fuerzas políticas para que bajen un poquito los decibeles y que no permitan que suceda algo que sería muy desafortunado. Que este país, que está dejando atrás un conflicto armado, no convierta la política en una continuación de la guerra por otros medios”, manifestó a la prensa internacional.

Despedida. El presidente Juan Manuel Santos dejará el poder con tan solo el 20% de popularidad, pero con logros visibles en su gestión, como los acuerdos de paz con las FARC, que le valieron el Premio Nobel de la Paz 2016, el ingreso de Colombia a la OCDE y la incorporación a la OTAN como “socio global”.

Imputan a sicario de Escobar

Tres años y nueve meses después de haber quedado en libertad, luego de pagar una condena de 23 años y tres meses de cárcel, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, fue recapturado el viernes y se enfrenta a un nuevo proceso judicial que lo podría poner otra vez tras las rejas.
El sicario de Pablo Escobar fue acusado de los delitos de “concierto para delinquir” y extorsión, informó el viernes la Fiscalía. Pero ayer le imputaron cuatro cargos más: hostigamiento agravado, amenaza, instigación para delinquir y obstrucción a la Justicia por ocultar elementos materiales probatorios.
El pasado 22 de mayo, el senador Iván Cepeda, del partido izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), lo había denunciado ante la Fiscalía por sus constantes amenazas a seguidores del candidato presidencial Gustavo Petro. “Malditos petristas que denuncian mi Twitter. Los odio. Si no me puedo expresar... mi fusil hablará por mí”, había publicado en sus redes sociales. Según Cepeda, el criminal buscaba intimidar a los votantes del “Sí” en el plebiscito de las FARC y a los de Petro.