IDEAS
Cataluña independiente

El delirio se apoderó de Cataluña

La irresponsabilidad de las autoridades catalanas, y de los ciudadanos independentistas, superó todo lo previsible, y ha dejado minimizadas las torpezas y equívocos del Gobierno español. Termine como termine, y no se le ve buen final, se cargaron la marca Barcelona.

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El delirio catalán se encamina a superar el Brexit | Cedoc.perfil

Viernes 27 de octubre de 2017, 17.30 horas, Barajas, Aeropuerto de Madrid, esperando el vuelo para volver a casa.

Esta vez dejo Madrid con mucha preocupación. Y tristeza. La situación política es de alerta roja. El delirio catalán se encamina a superar lo de Brexit.

La irresponsabilidad de las autoridades catalanas, y de los ciudadanos independentistas, superó todo lo previsible, y ha dejado minimizadas las torpezas y equívocos del Gobierno español.

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Termine como termine, y no se le ve buen final, se cargaron la marca Barcelona. ¿Quién va a instalar su negocio en Cataluña, sabiendo que existe este sentimiento en una parte del pueblo catalán? Este daño es irreparable.

La salida desde Barcelona de las casas matrices de una cantidad muy importante y creciente de empresas y bancos que se está produciendo se acelerará. Los efectos depresivos sobre la economía catalana, su empleo y producción, serán importantes.

Hay muchos asuntos que deberían ser objeto de análisis más profundos, porque superficialmente no se entienden. Por ejemplo, el hecho de que los que en su momento alentaron desde lo económico este independentismo fueron economistas serios y respetables como el académico micro economista André Mas Collel y el Profesor de Columbia y asesor del WEF Xavier Sala i-Martin. Inexplicable desde la lógica, habría que indagar las razones desde la psicología.

Ayer hubo un atisbo de principio de descompresión, cuando Puigdemont anunció elecciones en diciembre. Estaba almorzando con colegas españoles con los que brindamos por la buena nueva pero, al despedirnos, una hora y algo después, caímos en que la alegría había sido producto de una ilusión. Por la presión, vía redes sociales, hecha por los independentistas, se había suspendido las anunciadas elecciones. Volvimos a ubicarnos en el terreno de la locura.

El Senado de Cataluña votó la independencia y el Congreso español habilitó al Ejecutivo a aplicar el Art. 155, por medio del cual cesa a las autoridades catalanas, interviene Cataluña y llama a elecciones para el 21 de diciembre.

Ojalá no ocurra lo que me adelantó, hace ya dos años, Marta, madrileña que trabaja mitad del tiempo en Cataluña: el enfrentamiento armado.

La racionalidad ha quedado muy lejos. El punto al cual se ha llegado deja muy pocos espacios para una salida aceptable por todas las partes.

Lamentablemente uno empieza a pensar que solo algo parecido a un milagro podría evitar un final de ese tipo. Como dice mi amigo José Carlos Diez: ojalá aparezca vida inteligente en Cataluña que evite lo peor.