ESPECTACULOS
ZETA BOSIO

“Gustavo fue el Messi del equipo Soda Stereo”

A punto de cumplir 60 años, recuerda los tiempos jóvenes de sus inicios, la locura que generó la histórica banda y cómo encontró refugio en la Nacional Rock a la que define como “la de todos”. El éxito del espectáculo con el Cirque du Soleil.

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Giros. Zeta Bosio en la intimidad de Nacional Rock donde conduce Audio con DJ Buey. Su refugio. | Pilar Molina

La llama de Soda Stereo no se apaga. Pasaron ya más de diez años de la recordada gira Me verás volver, con la que el trío se despidió definitivamente de sus fans (el tour se llevó a cabo entre octubre y diciembre de 2007 e incluyó siete conciertos en Argentina) y pronto se cumplirá el cuarto aniversario de la muerte de Gustavo Cerati, pero el poder de la marca Soda sigue intacto, como lo demostró el fenomenal éxito que consiguió el famoso Cirque du Soleil con el espectáculo Sép7imo día, que después de batir récords de funciones y recaudación (unos 33 millones de dólares) volverá a programarse en Argentina: serán 14 últimas funciones (entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre) en el estadio Luna Park, que marcarán el cierre de un auténtico boom comercial. Zeta Bosio disfruta de ese éxito (Sép7imo día también ganó un premio Gardel en la categoría Mejor Album Conceptual), pero no se duerme en los laureles: sigue muy entusiasmado con Audio, el programa de música electrónica argentina que conduce con DJ Buey en Nacional Rock (domingos a la medianoche), y también con Shoot The Radio, el proyecto musical que desde 2015 lleva adelante con Fernando Montemurro (un cruce entre rock y electrónica parecido al que popularizó The Chemical Brothers) y que continúa en plena actividad: se vienen dos shows muy pronto, el 15 de junio en Córdoba y el 16 en Mendoza.

“Yo trato de disfrutar el viaje que implica cada una de las situaciones en las que me embarco –asegura Zeta, que cumplirá 60 años en octubre–. Con Soda fueron muchos años de entrega y amor absoluto. A veces quedé un poco al margen del negocio, justamente por la cantidad de amor que le puse a ese proyecto. Obviamente extraño hacer la música que hacíamos con Charly y con Gustavo. Esa sensación de libertad total que vivíamos, la chance de que ése fuera mi trabajo y me pudiera dedicar de lleno porque era tan exitoso... El Soda del tour Me verás volver ya era otra cosa: una estructura gigante, un camarín para cada uno... Ahí sentimos por primera vez que éramos estrellas, porque antes la habíamos remado mucho. Durante años, en las giras dormíamos todos en una misma habitación, o cuando grabábamos afuera parábamos los tres en un mismo departamento porque el presupuesto no daba para otra cosa. Creo que mucha gente piensa que siempre tuvimos la vaca atada, pero no fue así”.

Hace unos días, luego de la entrega de los Premios Gardel, empezó a circular la versión de una posible reunión de Zeta y Charly Alberti para tocar temas de Soda. Es apenas una idea, un deseo, pero no hay por ahora nada concreto. “Naturalmente, sin Gustavo no es Soda Stereo –admite Bosio–. Pero tampoco lo sería si faltara cualquiera de los integrantes del grupo. Soda era un organismo. Tuvimos la suerte de tener a un Messi en el equipo, como lo fue Gustavo, pero el de Soda fue un trabajo de equipo a full. También está claro que, con el paso del tiempo, Gustavo se ha convertido en un ícono del rock nacional y que ni Charly ni yo estamos en esa misma categoría. Hay que entenderlo, saber convivir con eso, no me preocupa... Lo que sé es que a Soda le di todo con mucha generosidad, mucho amor y la dosis de talento que le pude poner”.

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Cuando recuerda la época de Soda, Zeta revive la intensidad de las exigencias que implicaba aquel proyecto artístico y confiesa que hoy no podría seguir ese trajín: “Hago muchas cosas, pero tengo otra edad y una familia, así que ya no estoy para aquel ritmo frenético que demandaba Soda. Si Shoot the Radio tuviera una gira de dos meses, por ejemplo, no podría hacerla. Ese tipo de demanda es agotadora, alienante, te lleva a lugares de mucha soledad... Me he enfocado en proyectos más experimentales, que no buscan el suceso inmediato sino que intentan abrir el juego. Hay mucha gente produciendo música de calidad, y una oreja entrenada como la mía puede servir para hacer un trabajo de selección o curaduría. Ese es uno de los objetivos del programa que hago en Nacional Rock. Mi plan es hacer cosas que me gustan, que me hacen sentir orgulloso, sin que estén necesariamente relacionadas con Soda Stereo. Mucha gente debería entenderlo, a esta altura... Lo digo porque a veces parecería que cualquier cosa que haga, si no tiene la relevancia de Soda, es un fracaso”.

Una buena manera de conocer cómo Zeta observa con perspectiva aquel fenómeno masivo del que participó es leer su libro Yo conozco ese lugar, editado en 2016. “Pasaron un montón de cosas en la historia de Soda –señala ahora–. Nuestra generación se formó con Spinetta, Sui Generis, Aquelarre, Pappo... Veníamos con toda esa carga de bohemia del rock argentino de los 70, y fuimos los que lo transformaron en un gran negocio. Lo importante es que Soda logró eso sin traicionar ninguno de sus ideales. Fuimos un grupo de gente ordinaria al que le pasaron cosas extraordinarias”.

 

“La magia de la radio es la palabra”

“Es un medio que me encanta”, remarca Zeta Bosio cuando habla de su rol como conductor radial. “Yo asocio a la radio con alguien que logra captar tu atención contando alguna historia, sobre todo por la forma en que la cuenta. La radio tiene esa magia que solo puede generar la palabra. En una época en la que estamos saturados de imágenes, la radio puede crear –con la palabra y la música– fantasías, situaciones, momentos, viajes...”.

En Audio, el programa que conduce con DJ Buey en Nacional Rock, Zeta apela a su faceta de comunicador, que no es nueva: tanto él como Gustavo Cerati pasaron en su momento por las aulas de la carrera de Comunicación Social de la Universidad del Salvador.

“Terminado el proyecto de Soda Stereo, vino el momento de los replanteos, de buscar hacia dónde ir –explica el ex bajista del popular trío–. Y yo sabía que era alguien que podía comunicar bien desde distintos lugares. La radio es uno. Hice programas en la X4, una emisora que ya no existe, y en la Rock & Pop. Después apareció la propuesta de Bobby Flores para sumarme a Nacional Rock y la aproveché, para que sea una pantalla que muestre la importancia del trabajo de muchos DJs y productores locales de música electrónica que, en muchos casos, son reconocidos en el exterior y no tanto acá. Creo que es una buena manera de generar un contenido valioso para una radio que es de todos”.