Espía

Argentinos de tres religiones reunidos en Portugal. Fue legislador porteño del PRO, también vicepresidente del Boca Juniors, es licenciado en ciencias políticas y ahora reviste como embajador argentino en Portugal y en ese rol Oscar Moscariello cerró un Seminario Interreligioso en Lisboa  donde participaron los co-presidentes del Instituto Diálogo Interreligioso: el rabino Daniel Goldman, el padre Guillermo Marcó y el dirigente islámico Omar Abboud. En medio de un mundo que se muestra propenso a fundamentalismos de distinto tipo, la imagen de los tres representantes argentinos es inspiradora. Y las frases dichas durante el seminario pueden resumirse en la declaración ya hecha en 2005 –época en que Bergoglio integraba este “grupo de amigos” creado en 2001– se condenó el uso del nombre de Dios para ejercer la violencia sobre el otro. Si bien fue auspicioso que se reafirmara esa cuestión, los conflictos coyunturales parecieran requerir promover acciones algo más contundentes.

Dólares rendidores. La tarea la inició Guillermo Pomi Barriola, economista que Pepe Mujica había enviado de embajador a la Argentina. Y durante su gestión, Uruguay vendió en US$ 12 millones el edificio de once pisos donde funcionaba el consulado, en Recoleta. La semana que pasó Tabaré Vázquez inauguró la nueva sede consular en Buenos Aires –comprada con dinero de esa venta–, un espacio señorial pero con muchos menos metros cuadrados. La transacción lograda por Pomi  fue tan productiva que además el gobierno vecino autorizó hace unos días al Ministerio de Relaciones Exteriores a que de esos US$ 12 millones destine US$ 7,86 millones a comprar y refaccionar un inmueble en Manhattan donde funcionará el consulado uruguayo y la representación permanente del país ante la ONU.

Una foto no alcanza. Myriam Bregman, Juan Grabois, Axel Kicillof y Agustín D’Attelis dieron una charla conjunta en el conocido espacio de San Telmo. FMI y la media sanción de la ley de aborto fueron dos de los tópicos que se trataron. Y aún entusiamados con la marcha del jueves que acompañó la sesión de Diputados, coincidieron en potenciar –cada uno a su manera– los reclamos: Bregman sostuvo desconocer el acuerdo con el FMI; y Kicillof, que pase por el Congreso, más allá de que ya se haya aprobado. Y sobre todo buscar unir a la mayor parte dela oposición en algo más que una foto.

Antiestres en Moscú. Facundo Garretón fue uno de los nombres que se desmarcaron en la histórica sesión donde se logró la media sanción de la ley por el aborto. El diputado tucumano de Cambiemos primero denunció y exhibió  los aprietes recibidos por su indecisión manifiesta para votar pero finalmente optó por oponerse al aborto legal. El estrés “padecido” en esa maratón de 24 horas lo alivió en una platea mundialista de Moscú.   

Poco timing. El 798 es un barrio de artistas de Beijing y a unas horas del fatídico partido Argentina-Croacia, en el Espacio Cultural Argentino que allí funciona, el embajador Diego Guelar inauguró un club de hinchas de la Selección. Y también incluyó la apertura de un curso de tango a cargo de la red de escuelas Carlos Gardel. Por suerte para el entusiasta diplomático, tanto Gardel como Messi (con la casaca blanquiceleste o la del Barcelona) seguirán siendo ídolos en China.

Traspie. En La Lucila del Mar, en el marco de la celebración del Día de la Bandera, Juan Pablo de Jesús, intendente del Partido de la Costa, sufrió un traspié en su discurso. “Por un lado, festejamos lo que es nuestra insignia patria, nuestra bandera, este símbolo de la unión de los argentinos, que nos representa. Y, por otro lado, conmemoramos el fallecimiento de uno de los héroes máximos que ha tenido nuestra Patria, el general Manuel de San Martín”. Era Manuel Belgrano; hubo aplausos y muchas sonrisas.