La estrategia de Schiaretti tras su reunión con el Peronismo Federal

La escala en Córdoba que hizo el Peronismo Federal en su largo recorrido hacia 2019 sirvió para que el gobernador Juan Schiaretti comience a tomar decisiones dentro del espacio que es impulsado desde el Congreso, pero que cuenta con el respaldo de los mandatarios provinciales del partido. Tras las dos jornadas que las espadas del PJ legislativo tuvieron en territorio mediterráneo, el titular del Ejecutivo cordobés ratificó el viernes por la tarde en Río Cuarto lo que habían sostenido en el plenario el resto de los dirigentes el jueves. “El peronismo tiene que garantizar la gobernabilidad dejando en claro que no cogobierna y que la responsabilidad de los resultados de las medidas es del Gobierno nacional de Cambiemos”, señaló el titular de El Panal en el sur cordobés. Además, ratificó que “en 2019 el peronismo tiene todas las chances de gobernar la Argentina, pero para eso necesitamos que sea republicano, federal y democrático, dejando atrás al kirchnerismo porque es un ciclo que está totalmente agotado en el país”.

Se dobla, pero no se rompe. Sin embargo, y paradójicamente, el viejo axioma radical parece ser el que puntean en la mesa chica del schiarettismo a la hora de definir su relación con la Nación a partir de la jugada de esta semana.
Luego de que el martes, y en medio de la discusión por las tarifas, el presidente Mauricio Macri pidiera a gobernadores e intendentes eliminar tasas e impuestos complementarios en las facturas de servicios –la misma herramienta que días antes Schiaretti había aplicado a jefes comunales–, la relación entre el peronismo dialoguista, hoy rebautizado Federal, y el oficialismo nacional, cambió. Como había ocurrido antes, con el mapa legislativo previo a diciembre de 2017.

Por tal motivo, la cumbre del Peronismo Federal en Córdoba no iba a pasar desapercibida. De arranque, porque tendría presente la figura de un gobernador, a diferencia de lo que había sido la anterior en Entre Ríos, con Gustavo Bordet ausente; y además, porque ese mandatario es el peronista que mejor relación tiene con Casa Rosada pero a su vez, marca el ritmo en la Liga de Gobernadores que parece resurgir de la mano de la pata peronista del Congreso. Un conocedor de esta facción del peronismo reconoció a PERFIL CORDOBA que “la Liga de Gobernadores está más viva que nunca”. Y agregó que hacía mucho no lo veía marcar con tanto énfasis a Schiaretti diferencias con la Nación.

“Está muy enojado con el tema de las tarifas y va a empezar a tener protagonismo no solo en cuestiones que tengan a Córdoba en la discusión, sino también en la que puedan afectar a otras provincias”, sostuvo en los pasillos del hotel donde se llevó a cabo la reunión del jueves un peronista que ocupa una banca en Diputados y que estuvo en el almuerzo en Casa de Gobierno. En la ocasión, y de acuerdo con lo que sostuvo horas después el senador Miguel Ángel Pichetto –el “dueño” del equipo del PJ en el Congreso–, el propio Schiaretti ratificó su respaldo al bloque. El rionegrino puso como ejemplo la disputa por los fondos que terminó en la Corte y se encargó de señalar a este medio que “no es momento de hablar de candidaturas”, aunque le abrió la puerta a un posible desembarco de José Manuel de la Sota. Hasta acá, el análisis de los peronistas del Congreso con respecto al rol de Schiaretti. Sin embargo, cabe agregar que, sobre el final del plenario los funcionarios provinciales se encargaron de destacar que “esto no tiene por qué marcar diferencia alguna en la relación con la Nación”. El desenlace de este mandato, como así también la relación entre Schiaretti y Macri, y la franja de votos que comparten ambos en Córdoba, pone a los dirigentes de la administración provincial en una delgada línea. “No hay que olvidarse que nosotros tenemos que gestionar. Una cosa es la gestión y la relación institucional. Lo partidario va por otro carril”, señaló un schiarettista paladar negro.

Las señales de De la Sota. La ausencia de José Manuel De la Sota en el plenario era algo que manejaban distintas fuentes en el peronismo provincial y algunos foráneos. Pero el faltazo de Adriana Nazario, diputada nacional por UNA y esposa del exgobernador no pasó desapercibido. Desde las distintas facciones del PJ hicieron sus análisis: mientras algunos trataron de bajarle el tono, afirmando que había delasotistas como el legislador provincial Daniel Passerini, otros prefirieron no comentar la ausencia de la parlamentaria. Un cordobés integrante del Congreso se animó a sostener que “De la Sota va a jugar más temprano que tarde. Ya se empezó a mover Massa, ya lo hizo (Juan Manuel) Urtubey porque está obligado y si él quiere pelear desde adentro tendrá que mostrar sus cartas. Acá, lo esperan todos”, sintetizó. Lo que no está claro aún es si el propio De la Sota quiere volver a apostar.