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perdonar

Vindicación de Buffarini

Lo que más me dolió no fue que San Lorenzo quedara con nueve hombres y no pudiera ganarle a Boca, lo que me dolió fue que casi todo el estadio desplegara una catarata de odio hacia Julio Buffarini.

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Lo que más me dolió no fue que San Lorenzo quedara con nueve hombres y no pudiera ganarle a Boca, lo que me dolió fue que casi todo el estadio desplegara una catarata de odio hacia Julio Buffarini. Después del partido, algunos hinchas con los que discutí esto me decían: “Buffarini boqueó, dijo que nunca iba a jugar en Argentina en un club que no fuera San Lorenzo, no era necesario que dijera eso y después nos traicionara”. Para mí Buffarini “boqueó” porque está en Boca, eso es “boquear”.

Kurt Vonneguth solía decir: “Todo bien con el amor, pero recuerden que Hitler logró reunir a todo un pueblo mediante el odio”. Y Frank Zappa decía: “Lo que más abunda en el mundo es el oxígeno y la estupidez”. Yo modificaría la palabra mundo por fútbol y queda perfecta en algunos casos. ¿Acaso los millares de personas que estuvieron en esa cancha nunca tuvieron un renuncio? ¿Nunca se equivocaron con nadie? ¿Nunca se les fueron las cosas de las manos como al Lord Jim de Conrad a pesar de ser un buen tipo?

Julio Buffarini jugó en el club y dio al máximo y nos trajo la Copa Libertadores. ¿Y si en vez de usar toda esa energía para putearlo la usábamos para aplaudirlo y agradecerle y, si se quiere, perdonarlo? Creo que el resultado hubiera sido diferente, que en la última jugada el defensor de San Lorenzo la hubiese colocado en el ángulo.

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Perdonar, se sabe, es mucho más sanador para el espíritu que ser perdonado. Así que, gracias Julio Buffarini por lo que hiciste por el Casla y suerte en Boca.