COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

Vecindad que gratifica y obliga a este ombudsan

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Accidente. Trágica muerte de De la Sota, resultado de la imprudencia, acierta lectora. | cedoc perfil

Bienvenida, Diana Maffía, a este espacio destinado a las inquietudes, demandas, necesidades y derechos de los lectores de PERFIL. El aporte de la filósofa, catedrática y miembro del Consejo de la Magistratura de CABA viene a complementar y mejorar la relación del diario con sus seguidores en un área –la de género– que este ombudsman ha procurado abordar en más de una oportunidad.
A manera de saludo, quiero aportarle a la recién llegada algunos datos vinculados con la presencia y el protagonismo femeninos en el diario, un tema recurrente en esta columna, particularmente. En marzo pasado, decía: “Es un viento fresco el que se siente con intensidad cuando la presión de sectores históricamente marginados, sometidos, postergados, discriminados en las sociedades de todo el mundo, contribuye a correr –poco o mucho– el velo que pretende ocultarlos o mantenerlos en esa situación, y obliga a aflojar o soltar la cuerda que tiene al poder en el otro extremo”. Aquella columna, titulada “Y por casa, ¿cómo andamos?”, señalaba que “aunque la composición interna de la redacción ha tendido en los últimos años a mejorar el porcentaje de mujeres periodistas, todavía parece lejano el punto de equilibrio”. Se ejemplificaba con la integración del staff de la redacción y con la cantidad de firmas de varones y mujeres en artículos informativos y en notas de opinión. Ayer, en su edición sabatina, PERFIL mostraba ningún cambio en el staff y escasa mejora en las firmas: en notas, veinticinco varones y 19 mujeres; en columnas de opinión, solo cuatro de veinte correspondieron a autoras.
El pasado domingo, al anunciar la flamante incorporación, se señalaban algunos antecedentes similares en medios de otros países: Jessica Bennett en  The New York Times (“cubrir temas de género es crítico para producir periodismo justo y diferente”, dijo en entrevista con PERFIL); y Pilar Alvarez, en El País de Madrid, quien reconoce que su gestión fue motorizada por la enorme movilización de mujeres que se viene dando en casi todo el mundo. Flavia Pawels, integrante de la Defensoría del Público del Servicio de Comunicación Audiovisual, envió un mail a este ombudsman para ampliar esos precedentes: recordó que en 2010, El Periódico de Cataluña creó la función de defensora de la Igualdad, que durante los cuatro primeros años ocupó la periodista Eva Peruga, quien escribió acerca de su tarea: “Se pudo explorar la fórmula de elaborar un periodismo sin estereotipos y cercano a hombres y mujeres por igual. El trabajo se realizó de forma transversal, con interpelación profesional con los otros miembros de la dirección y con los jefes de las diferentes áreas”.  Brindo por el éxito de Maffía en este nuevo desafío, cuyos objetivos comparto en plenitud.

De la Sota. Tiene razón en su queja la lectora Diana Scialpi (ver Correo), por el erróneo empleo de la palabra “accidente” para calificar el trágico choque que costara la vida del  dirigente peronista cordobés José Manuel
de la Sota el sábado 15, cuando la camioneta que conducía se incrustó en la parte posterior de un camión. Los accidentes son evitables, pero la imprudencia descalifica esa acepción, tal como lo señala la lectora. De la Sota conducía con exceso de velocidad, como pudo comprobarse esa misma noche. Aclaración para Scialpi: el hecho sucedió a las 20, cuando el diario se acercaba al cierre de su edición dominical, y ello motivó una inclusión apresurada de la información inicial, que contenía ese y otros errores (como que al volante iba su chofer, cuando en verdad viajaba solo; y que la colisión fue frontal).
Por cierto, es seguro que la redacción tomará cuenta de la inquietud de la lectora y evitará calificar como accidental todo hecho que no lo sea.