Hace siete años comenzó a funcionar una nueva radio que se entreveró en el dial como la AM 750. Para muchos especialistas del medio era un proyecto llamado a fracasar como tantos otros intentos similares. Nunca es fácil montar una radio, es cierto. Las cuestiones técnicas son siempre complejas, porque no se limitan a tener un par de micrófonos y alguna consola de sonido. La planta transmisora y la antena son fundamentales para que te escuchen más allá de cuatro cuadras a la redonda. Y mil aspectos más que deben funcionar a la perfección.
Pero tan importante o más que el tema técnico, es el corazón y el cerebro de una radio. Es decir la cuestión de los contenidos. Por eso, convocamos a Eduardo Aliverti, un experimentado hombre de radio para liderar junto a nuestra gente, una mesa de trabajo intensa capaz de definir una idea de radio, que con el transcurrir del tiempo pudiera echar profundas y definitivas raíces.
Las reuniones fueron muchísimas. A veces se desarrollaban parsimoniosamente, otras de manera vertiginosa. Así fue apareciendo, se fue perfilando frente a nuestros ojos y sentidos la radio que queríamos hacer. Se pensó y discutió muchísimo. Sobre el estilo, los criterios informativos, cómo armar una grilla atractiva. Qué hacer los fines de semana, que música poner, a que target dirigirnos. Cómo hacer para que el oyente se fuera enamorando de la radio. Cómo ir plasmando un estilo que nos identificara.
Pero el otro tema fundamental desde el primer día fue a quien convocaríamos a trabajar en este proyecto que iba tomando forma. Desde los que tendrían a cargo la operación técnica, a los productores, los locutores, la gente del servicio informativo, los técnicos. Y por supuesto los conductores de los programas que arrancarían la nueva propuesta radiofónica. Convocamos a reconocidos y excelentes profesionales, en todos los terrenos. A todos les debemos agradecer el haberse jugado por el nuevo proyecto. Y estos consagrados de la primera hora se entreveraron con jóvenes que a su lado fueron creciendo profesionalmente de manera notable.
La AM 750 fue desde el primer día una radio profesional ciento por ciento. Y podemos sentirnos profundamente orgullosos de haberlo logrado. A lo largo de estos siete años pasaron muchos profesionales de lujo que dejaron su impronta y su recuerdo y siempre serán parte, aunque hoy no estén, de este esfuerzo colectivo, que ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad que palpita cada día con más fuerza, porque cada día son más los oyentes que nos siguen.
Como es lógico hubo programas exitosos y otro no tanto. Pero, si algo fuimos logrando fue crear un clima que identificara a la radio en todo momento. Ser un espacio abierto a una genuina pluralidad de voces. Expresar la otra mirada de lo que sucede, ser la otra página de la comunicación radial en la Argentina de hoy. Tenemos una programación de primer nivel las 24 horas y los siete días de la semana. Con grandes profesionales que le dan un brillo extra a nuestra la radio. Por eso hoy, celebramos haber crecido en las preferencias del público oyente, a quien todo se lo debemos, y estar cuartos, a nivel nacional, en las mediciones de audiencia. No fue magia este logro en el que muy pocos soñaban. Y si de algo estamos seguros es que para nada hemos llegado a nuestro techo. Vamos a seguir creciendo.
