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Creditos UVA

El Gobierno vuelve a llegar tarde

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Alquileres. Foto de carácter ilustrativo. | cedoc perfil

Un respaldo, solo eso es lo que necesitan miles de familias. No regulaciones excesivas, no impedimentos burocráticos o administrativos, ni gastos adicionales, simplemente un seguro que actúe cuando la inflación sea mayor que los salarios.
¿De qué estamos hablando? Desde abril de 2016 existe un sistema de créditos, indexados por la Unidad de Valor Adquisitivo, la cual evoluciona según la inflación, conocidos como créditos UVA. Estos mismos en la actualidad cuentan con varias líneas, adquisición o cambio de vivienda única, construcción de vivienda en terreno propio, ampliación, refacción o terminación. Esto permite que a septiembre de 2019 existan alrededor de 197 mil millones de pesos de stock de créditos UVA, concentrados en aproximadamente 130 mil créditos.
Hasta ahí bien, pero… lamentablemente, siempre hay un “pero”. El esquema de créditos UVA fue diagramado (como la mayoría de las políticas de la administración actual) con escenarios positivos en términos de crecimiento de la economía, en general y con una baja considerable de la inflación, en particular.
¿Cómo se traduce? Aquel deudor que tomó crédito en abril de 2016 por veinte años por un millón de pesos (correspondía a una vivienda de $ 70 mil dólares cuando la cotización estaba en $ 14), pagaba una cuota cercana a los $ 8 mil. Hoy en día, su cuota mensual del crédito trepa a los $ 14 mil. El aumento inflacionario superior al aumento salarial que reciben aquellos tenedores de crédito, provoca un desfasaje que no está cubierto por el mismo deudor, lo que expone a un riesgo real a las casi 130 mil familias que forman parte de este sistema de créditos. Con una inflación del 42% y salarios creciendo al 20-25%, ponen en riesgo de no poder pagar la cuota.
Las pérdidas de las familias perjudicadas fueron de entre $ 2.745 millones a $ 3.120 millones, considerando una cuota promedio inicial a septiembre de 2017 de $ 10 mil a 12 mil pesos, respectivamente. Y por supuesto, los números seguirán aumentando si todo sigue igual. Sin embargo, nuestro proyecto sigue aguardando en el Congreso el compromiso asumido por Cambiemos para tratarlo en marzo de este año.
¿Soluciones? Propusimos un mecanismo que evita que quienes tienen créditos UVA tengan problemas para afrontar la cuota cuando la inflación sea superior al aumento de salarios. Esto respalda a quien toma el crédito, que al fin y al cabo es a quien se debe proteger, tal como hicieron México y Colombia durante épocas de alta inflación.
¿De qué se trata? Un fondo “anticíclico” de participación voluntaria por parte de los deudores. ¿Y cómo funciona? Aquellos que decidan participar pagan las cuotas en función de la evolución de los salarios, en lugar de la inflación. De esta manera, cuando los ingresos de los trabajadores crecen por encima de la inflación, el fondo acumula recursos para que se usen cuando los salarios se ubican por debajo de la inflación.  Simplemente un incentivo fortaleciendo la seguridad de poder financiar el préstamo.
Ahora parece que el Gobierno se decidió a aplicar algunas de estas iniciativas. No queda otra respuesta más que vuelven a llegar tarde a resolverle el problema a la gente. ¿Por qué tarde? Si hubiesen aplicado nuestro proyecto cuando lo presentamos, el 22 de noviembre del año pasado, hoy los deudores UVA se hubieran evitado una pérdida de $ 3.400 millones. Sin contar la tranquilidad que hoy no tienen porque están llegando al punto de que no saben (o algunos ya no pueden hacerlo) cómo pagar la cuota.
Las familias que tomaron créditos UVA para acceder a la vivienda lo hicieron como la oportunidad de dejar de alquilar y poder acceder a la casa propia. No son ni especuladores, ni inversores financieros, tampoco quieren subsidios ni que el Estado les pague la cuota, solo que los ayudemos a poder pagarla, de una manera razonable: que la cuota no crezca más que el aumento salarial.

*Economista.