CIENCIA
A un año de la sanción de la ley

Cannabis medicinal: avanza un estudio en el Garrahan y analizan un predio para cultivar

El Ministerio de Salud autorizó un protocolo de investigación para niños con epilepsia refractaria y evalúan para sembrar un campo de INTA Castelar. Diego Sarasola, titular del Programa, dio detalles.

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Ensayo. Se hará un seguimiento a dos años a pacientes con epilepsia refactaria para comprobar la eficacia. | AFP

A ocho meses de la reglamentación de la Ley 27.350, que regula el estudio médico y científico del uso medicinal de la planta de cannabis, el Ministerio de Salud de la Nación se apresta a poner en marcha un protocolo de investigación para niños que sufren epilepsia refractaria –aquella que no reponde a los medicamentos– en el Hospital Garrahan. Además, se está evaluando un predio en el INTA Castelar para comenzar a cultivar la planta con el fin de investigar y producir aceite de cannabis. Así lo confirmó a PERFIL Diego Sarasola, director del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus Derivados y Tratamientos No Convencionales.

Para el especialista en neuropsiquiatría, la evidencia científica en relación a los beneficios terapéuticos del cannabis es dispar. “Existen revisiones publicadas en revistas científicas importantes donde se habla de evidencia en algunos tipos de patologías. De hecho, una de ellas –la epilepsia refractaria infantil– es la que nosotros empezamos a investigar. Los resultados muchas veces no son concluyentes. Para eso el programa busca generar evidencia y se contactó al referente en el tema que es el Garrahan”, explicó Sarasola, docente de la Facultad de Medicina de la UNLP.

Hasta el momento, hay 90 personas inscriptas en el Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis que gestiona la Anmat. De esas, veinte son candidatas para el protocolo de investigación en epilepsia refractaria infantil del Garrahan. “Los pacientes incorporados al estudio recibirán el aceite de cannabis estandarizado con controles médicos estrictos, tanto de ingreso como posteriores. Porque como toda molécula, tiene efectos adversos o interacciones farmacológicas que hay que controlar”, sostuvo Sarasola, quien también dirige el Instituto de Neurociencias Alexander Luria.

Los médicos harán un seguimiento de los pacientes a dos años. Aquellos que evidencien beneficios, el Estado nacional seguirá suministrando el aceite de cannabis tras concluido el protocolo. Para esto se firmaron acuerdos con diferentes empresas que se harán cargo –sin costo para el Estado– de la provisión del aceite. En cambio, en los casos que no se comprueba eficacia el paciente podrá seguir accediendo al aceite por uso compasivo.

“Los pacientes anotados en el Registro irán siendo convocados a los distintos protocolos de investigación. Existen otros en etapa de evaluación para epilepsia refractaria del adulto, que se desarrollarán siempre en hospitales especializados, con médicos de amplia trayectoria. La idea es que más adelante se vayan incorporando otras patologías”, aclaró.

Además, se está capacitando a médicos. En la UNLP se abrió el primer posgrado sobre uso medicinal del cannabis, se implementó una capacitación vía Femeba y, para llegar a los distinos puntos del país, se brindará una capacitación a través del Programa de Telesalud del Ministerio.

Críticas. Pacientes que utilizan cannabis medicinal aseguran que son pocos los avances en la implementación de la ley. Reclaman que se agilice el trámite para registrarse ante la Anmat y que se amplíe el uso del cannabis más allá de la epilepsia refractaria. Mientras se multiplican los amparos judiciales que buscan que se autorice el autocultivo, algo que no permite la Ley.

Para Sarasola, la Ley votada y el Programa  creado son los primeros pasos de un largo camino. “En algunas ocasiones, los primeros pasos pueden dejar insatisfechos a algunas de las personas involucradas. Sin embargo, hay que verlo en el siguiente contexto: por primera vez se están desarrollando protocolos de investigación en cannabis medicinal, por primera vez se esta evaluando y dando los primeros pasos para la producción nacional, y por primera vez se está capacitando a los médicos. Entiendo que los tiempos que esto puede llevar no son los tiempos de las urgencias de los pacientes, pero estamos trabajando para optimizar dichos tiempos”.

Una marcha por la marihuana

Para exigir un Estado presente, una producción nacional y calidad y seguridad; pacientes y familiares se movilizarán este sábado desde las 12 en Plaza de Mayo en el marco de la Marcha Mundial de la Marihuana 2018. “A más de un año de la aprobación  de la Ley 27.350 de cannabis medicinal, queda aún mucho camino por recorrer para que todos los pacientes argentinos tengan  un acceso seguro y universal al uso de cannabis medicinal”, le explicó a PERFIL Ana María García Nicora, presidenta de Cannabis Medicinal Argentina (Cameda) y mamá de Julieta, una joven con epilepsia refractaria.

“Existen acciones pero que no llegan a la paciente. No se ha ampliado el uso del cannabis más allá de la epilepsia refractaria. Nosotros planteamos la simplificación del trámite de registro ante la Anmat, que es engorroso, y no hubo avances. El cultivo por parte del INTA tampoco comenzó. Nos reunimos con las autoridades, hay disposición de todos pero esto no arranca”, sostuvo.

En marzo se realizó la primera reunión del Consejo Consultivo Honorario, del que forma parte Cameda, y se planteó todas estas necesidades. “La realidad es que cada vez hay más oportunistas. Los pacientes en la desesperación acceden a cualquier cosa.Por eso el lema es producción nacional, Estado presente, calidad y seguridad”, concluyó García Nicora.

Amparo a favor del autocultivo

La familia de un niño de siete años que padece Síndrome de Tourette presentó ante el Juzgado Federal de Viedma un recurso de amparo para acceder por la vía legal y de manera gratuita al aceite de cannabis, además que se les autorice el autocultivo. “Joaquín tiene tan solo siete años y cursa el segundo grado de la escuela primaria, en un primer momento estaba con la asistencia de un acompañante terapéutico, y con el uso de aceite ya no lo necesita por lo cual su calidad de vida ha mejorado considerablemente”, relató su madre Macarena. “Es por esto que en el marco de la marcha por el uso de cannabis medicinal, presentamos este amparo un poco para hacer fuerza, porque esto significa abrir un camino que de consolidarse va a ayudar a muchos usuarios”, apuntó.