En la nueva edición del festival Lollapalooza, que se realizará los días 16, 17 y 18 de marzo de 2018 en el Hipódromo de San Isidro, algunas de las bandas y artistas solistas que fueron convocados para participar del evento más importante de música ofrecen en Perfil un adelanto de lo que se podrá escuchar en esas fechas.
En esta nota, Luca Bocci cuenta cómo se inició en la música de la escena mendocina, cuánto influyó eso en sus proyectos artísticos y en Ahora, su primer álbum. Además, a sus 22 años, deja en claro que si bien Buenos Aires es casi parada obligada para los artistas de las provincias, se puede venir a tocar y regresar a trabajar.
—Perfil.com: ¿Cómo fue tu acercamiento a la música? —Bocci: Mis inicios fueron hace mucho tiempo, de muy chico con 5 o 6 años. Les dije a mis papás que quería ser músico entonces ellos me compraron una guitarra y empecé a ir a una escuela de música académica y ahí estuve diez años. Se llama Escuela de Niños Cantores de Mendoza, bachillerato artístico musical. Era una escuela bastante ñoña, pero aprendí todo ahí. Te tenía que gustar mucho la música para ir ahí porque estabas todo el día. A los 13 tuve mi primera banda y desde ahí estuve tocando y empecé a avanzar, pero mi primer instancia con la música fue académica. Cuando empecé a tocar con mi banda y a salir a la calle y a curtirme más, ya no quería ir más a esa escuela y me cambie a una pública y tenía más tiempo para mi. Desde entonces he estado buscando mi identidad artística, hasta que la encontré con este disco, que fue el resultado de 8 años de búsqueda.
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—¿Qué música se escuchaba en tu casa y cuánto te influenció eso en el trabajo que hacés? —Mi papá escuchaba mucho rock nacional de los '80, mucho Charly García; y los discos de los '90 de Fito (Páez). Mi vieja escuchaba música un poco más comercial pero que estaban buenas, The Cure, Madonna, U2, más de los '80 internacional. Siempre cuento que había un disco de Björk y lo encontré de pedo y fue increíble porque era un disco rarísimo que a los años de que lo encontré como que lo aprecié muchísimo y creo que eso tardó en repercutir del todo en mi cabeza porque yo empecé escuchando punk y como que la música que escuchaban mis viejos no me copaba ni un poco. Entonces, fue una especie de reconciliación que tuvo que ver con una cuestión personal y familiar y ahí tuve un encontronazo copado, sobre todo con el rock nacional de los '80.
—¿Cómo ves la escena del rock argentino? —Creo que hay un resurgimiento, hay muchos dinosaurios del rock que los banco a algunos y a otros no. El Indio, Charly, Divididos, todas las bandas grandes que están hace 30 o 40 años y todo el mundo los tiene allá arriba y no digo que esté mal que así sea sino que es tanta la importancia que se les dá que no se da espacio a la nueva generación. Pero eso está cayendo por sí mismo porque nada de eso está sacando un material de buena calidad; por lo menos hace cinco o más años que esos artistas no sacan un disco que sea como los que sacaban hace 20 años. Creo que la nueva generación de músicos, desde el indie, el under, el independiente, se está levantando de una manera brava y está haciendo que la situación cambie y se reorganice un poco esto del rock nacional y que sea más justo, más equitativo.
—Esta nueva generación que decís tiene un plus que son las plataformas digitales y las redes sociales... —Exacto. Hoy no necesitas por ahí una multinacional atrás, o un respaldo de mucho dinero, como era en la época de esa gente, para hacerte masivo, porque los medios eran la radio, la televisión y los diarios. Hoy en día vos te hacés un perfil en Twitter o Instagram y gracias a eso podés tener millones de seguidores, podés tener una multinacional de fondo pero no tenés que firmar un contrato sino que te hacés el perfil, compartís lo que tenés y si a la gente le gusta, te sigue. Esta cuestión del usuario con los demás usuarios es muy millenial y eso está bueno, es lo bueno que tiene la música de ahora, que es un poco más accesible desde ese lado.
—Tuviste la oportunidad de conocer otros países gracias a tu música ¿en otros lugares es así la cuestión? —Sí. De hecho mi música llegó a muchos países gracias a Internet. Fui a México y a Ecuador y la gente se sabía mis canciones enteras y yo no lo podía creer, pero después me puse a pensar que claro, yo también escucho música de todo el mundo y me sé canciones de bandas de otros lados que no conozco, entonces ahí te empieza a caer la ficha de dónde estás inmerso, que a su vez es un arma de doble filo; pero si sos cuidadoso y la sabés aprovechar esta muy bueno.
—Más allá de la identidad que buscaste y que afianzas con tu trabajo, ¿con qué artistas de identificás? —Tengo muchos colegas de Mendoza que han sido hermanos en esta búsqueda de la identidad musical y son bandas que han resonado mucho este años como Perras On The Beach; Usted señalemelo; Mi amigo invencible; Las cosas que pasan, son todas bandas de amigos. Con Simón, integrante de Perras On The Beach, nos vinimos a Buenos Aires a principio de año como 'a conquistar Buenos Aires'. De acá, locales tengo a Fonso y otras bandas con las que hemos empatizado bastante y encontramos mucho en común, porque por ahí es difícil que la provincia conecte con la capital porque hay mucho recelo, y está bueno tirar esa barrera abajo y tratar de hacer puentes, no sólo de Mendoza a Buenos Aires, sino del país hacia todo el mundo. Básicamente ellos son nombres que considero parte de la movida generacional de la cual formamos parte.
—Vivís en Mendoza y podés decir por experiencia propia si es fácil o no hacer una carrera musical ahí o tienen que pasar sí o sí por Buenos Aires para hacer conocer su trabajo... —Hay muchas posibilidades en Mendoza, de hecho hay muchas bandas que son muy grandes allá y que todavía no han venido a Buenos Aires y allá meten 1500 personas. También se está generando eso, o sea, nosotros no vivimos en Buenos Aires sino que venimos a tocar entonces puedo venir a tocar, puedo vivir en Mendoza y que me vaya bien. Obviamente siempre hay que salir de Mendoza como así también hay que salir de Buenos Aires, las bandas que se quedan acá tarde o temprano fracasan porque capaz meten mucha gente acá pero van a las provincias y no es así. Nosotros hemos ganado un piso federal por así decirlo, tocamos en varias provincias o en Capital Federal y llenamos y eso te da cierta versatilidad. Creo que hoy en día con la cuestión de Internet y la media podés llegar a todo el mundo desde tu casa, vivas donde vivas, podés vivir en Haití y hacerte famoso.
—¿Cómo te llegó la propuesta para participar del Lollapalooza y cuál fue tu reacción? —Vera Spinetta me escribió este año para decirme que le había gustado mi disco, y me dijo que le había copado. Entonces nos empezamos a frecuentar un par de veces, y luego su pareja me escribió por privado de Instagram y me lo ofreció y yo dije que sí, fue una emoción grandísima, Me lo esperaba en cierta medida pero creo que la emoción me terminó de caer cuando vi el Line Up y vi que iba a tocar con todos esos artistas increíbles y pensé 'qué loco que todo pase tan rápido', porque el disco que saqué no llega a tener un año, entonces está bueno que Internet y la información vaya tan rápido y que se generen estas cosas. Me dio mucha alegría.
—¿Qué proyectos tenés después del Lollapalooza? —Voy a sacar dos discos porque tengo mi proyecto solista pero tengo además dos bandas: Alicia y Hojarasca, que si bien es un proyecto más colaborativo es una gran banda. Voy a sacar los dos discos y probablemente otro disco solista. Me gustaría hacer en 2018 una gira por Europa, hace poco salió una nota de mi disco en una revista italiana muy importante y me escribieron muchos italianos para que vaya a tocar allá, quizás salga una linfa gira europea en 2018.
Para despedir el año, Luca Bocci se presentará en la sala Caras y Caretas (Sarmiento 2037, CABA), el sábado 30 de diciembre a las 20:00.
