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CRUCIFICADO EN LAS REDES

Así se disculpó el funcionario que comió torta con forma de cadáver de Cristo

Enrique Avogadro pidió disculpas a los que se sintieron "ofendidos en sus creencias más íntimas". Las redes sociales no se lo perdonaron.

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La instalación con forma del Cuerpo de Cristo. | CEDOC Perfil

Cuando Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, mordió la porción de torta con forma de cadáver de Jesucristo, no sabía que se le vendría el mundo encima, o al menos las filosas garras de las redes sociales, que no perdonan nada.

El momento fue grabado en un video que se viralizó en las redes este lunes: el funcionario probó sin culpa una porción de la torta, creación de los artistas Pool y Marianela. La instalación era una de las obras expuestas en la Feria de Arte Contemporáneo Argentina (FACA).

Ante el diluvio de críticas, comentarios sarcásticos y sobreactuaciones de usuarios de las redes sociales (algunos se preguntaron qué pasaría si la torta tenía forma de Mahoma), Avogadro publicó un post en su cuenta de Facebook para decir que "lamenta sinceramente" haber ofendido a mucha gente:

El jueves pasado estuve en la inauguración de FACA, una feria privada de arte contemporáneo, en la cual se desarrollaron diferentes intervenciones artísticas en las galerías participantes.

Recibí muchos comentarios en las redes sociales el día de hoy por una foto mía en una de esas intervenciones y quería expresar que lamento sinceramente si alguien se vio ofendido en sus creencias más íntimas por mi presencia en la misma.

Lamento el malestar que me transmitieron muchas personas a las que quiero y respeto, que seguramente es reflejo de una sensación similar en muchas otras personas.

A continuación, el ministro del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta expresó los motivos que lo llevaron a protagonizar este incidente:

Como persona, tengo una opinión muy clara a favor de la libertad de expresión, particularmente cuando está vinculada con temas que nos interpelan, nos hacen reflexionar o son opuestos a las propias convicciones.

Creo además que el lugar del arte es muchas veces precisamente el de incomodarnos y sacudirnos. Entiendo, por otro lado, que los funcionarios tenemos un rol que trasciende lo personal y, por lo tanto, somos responsable de nuestras intervenciones.